“Nadie dice nunca la última palabra” “No podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta” Raymond Aron.
El editorial de Gaceta Hípica, celebrado y
comentado no solo entre los distinguidos militantes de la prestigiosa
organización pionera, no otra que la Asociación Hípica de Propietarios. (Igualmente
aceptado por numerosos amigos que nos saludan por diversas vías. Les expreso mi
gratitud) Nos informan que su difusión vía correos electrónicos y redes
sociales es notoria. Vale. La carrera fue colocada tercera en el orden
dominical, con varias selectivas por disputarse, entre ellas el Clásico
Coproca, cuyas banderas de lucha, las mismas de sus fundadores, flamean a los
vientos con sus elevados principios de decencia y firmeza en la defensa de todo
aquello que conduzca, sobre todo, a un hipismo que colme los esfuerzos del
propietario. Coproca (como la AHDP) no ha variado ni variará en sus
lineamientos. El doctor Hugo Albarrán Acosta preside Coproca y, por supuesto,
la Confederación Internacional del Caribe. Él es el creador y mentor
fundamental de la Gala Hípica Internacional de Caracas con sus clásicos, al
estilo del Súper Sábado de Belmont Park (salvando las distancias) suerte de
práctica, ensayo o preparación con miras a la Serie Hípica del Caribe, como también
voz cantante y creadora para que estos emotivos y bien rentados Clásicos se
efectúen en Gulfstream Park, lo que en otros olvidados tiempos parecía más que
un sueño irrealizable, cosa difícil de lograr. La tenacidad, trabajo y
constancia del hípico sencillo pero bueno y empeñoso, nos permite hoy ese disfrute
de un gran espectáculo que a todos nos enorgullece. ¿Por cierto, tuvieron la
amabilidad, la fina cortesía de invitar al doctor Albarrán para que, lo menos,
participara en la entrega de premios y trofeos en la realizada 2018 Gala Hípica
que honra a nuestra Capital, cuna de El Libertador?
“Las
cosas por sabidas, se callan. Y por calladas, se olvidan” G.B.A.
Mucha el agua corrida bajo el puente. Y no sé
por qué de pronto se me vienen a la memoria algunos versos de Jorge Manrique.
En las mocedades, cuando Gaceta se elaboraba por ahí en la Avenida Universidad,
redacción cercana a la vieja Tipografía Vargas, promovía en livianos reportajes
la posibilidad de un Internacional con participación de Colombia, Ecuador,
Panamá…una moción que, sobre la marcha, la repitió un colega panameño llamado “Popito”
Royo, más tarde funcionario ejecutivo del régimen, tengo entendido. Dicha idea
lanzada al vuelo no otra que el Clásico que hoy conocemos, una vez concretado
el esfuerzo en Puerto Rico por parte de otros periodistas que recuerdo, entre
ellos Luisín Rosario, ligado a otros deportes. Mucho antes, de acuerdo con el
colega Jorge Colón en el prólogo de su libro, el ingeniero Ramón LLobet Jr
había planteado a don Luisín Rosario, idea similar, una historia pues contada a
retazos. Todo se concretaba en 1966 con la historia que conocemos, Victoreado y
Gustavo Ávila sobre El Rebelde con el astro Ángel Cordero.
No
siempre los Internacionales que irán en Gulfstream
Park el sábado 8 de diciembre se paseaban en agua de rosas. Hubo otros años
en los que debí defenderlos (y perdonen esto de hablar en personal) cuando el
país hípico parecía perder todo interés en las carreras, dados que nuestros
premios, con moneda casi a la par del dólar, nos permitía tener carreras
sobradas. Revisen el historial, y noten como no aparecen por allí Trinycarol, Blondy, Gelinotte, los Negresco, Canelo, Winton.
Participaban si la carrera se efectuaba en Caracas, ajá. El Clásico del Caribe
ni da, ni quita cartel, sentenciaban. El Clásico…en pico de zamuro, repetían
con gozo y cierto atrevimiento. Lo defendimos, a mucha honra. Díganlo ahí los
amigos Lauría. ¿Por qué Benemérito
(ganador en Gulfstream, además,
dejando en alto el valor de la cría) de paso fue el punto de nuevo arranque con
su histórico triunfo de galope y récord de pista en Tijuana-México? Las cosas ya muchas veces dichas no se escuchan,
con algo de André Gide, amigos del alma.
Todo está listo, en cuando a organización local,
arreglos, controles de viaje, con la mira puesta en los Internacionales de
Gulfstream Park. Trascendió por otra parte que el trabajo realizado llevó
tiempo y paciencia franciscana. Largas horas, días, no fue fácil. No hay,
todavía, selección definitiva, oficial, aunque se adivina (como lo han hecho
varios cronistas, reporteros) cuales serán nuestros representantes. Algunas
bajas, de paso.
Casi
al cierre de esta edición (la de Gaceta Hípica con portada de Endrygol) las mejores noticias eran el
asunto de los premios, que fueron aumentados en un doscientos por ciento por
acuerdo entre las autoridades hípicas y lo que aún queda de Asoprorín (como
aquellas guarachas de Billos parece tener pelotitas que suben y bajan) peleando
casi en el suelo, pero todavía con vida. Los premios para Clásicos y Copas
siguen en cartera de quienes tienen (mejor para bien) la sartén por el mango,
sin quemar las sardinas. Los ejemplos no son nuevos, más bien parecen pesadas
herencias de un hipismo que nunca entró en madurez feliz.
Dicho
esto porque hoy se pelea por los mismos problemas de un ayer con iguales
dificultades, en cuanto a premios, ejemplo la desproporción entre las deducciones
del INH y los profesionales, sin apreciar (o apenas viendo de reojo) que los
pilares fundamentales del rentable negocio, son la afición (o los públicos) y
los propietarios, o sea quienes aportan y pagan por los caballos, los artistas
principales, pues sin ellos no hay teatro, ni circo, a buenos entendedores.
Como ayer hoy igual se insiste en que los
desproporcionados impuestos a la jugada, son causa directa de los dividendos
muchas veces irrisorios (antes con moneda dura) e indirecta y discretamente
auspiciadora de las bancas que se conocían como suizas por su inmediatez en los
pagos, con masa incluida, dos o tres bolívares más por el ganador, cosa bien
sabida lo mismo que el pan de piquito, muy bueno precisamente, por el piquito.
Conviene
pues, el contacto permanente, inteligente y cordial, entre los principales
promotores del mercado de ilusiones o como quieran llamarlo. Demasiado bueno el
negocio hípico y aquí y en otras partes donde es explotado como se debe, de
manera comercial, publicitario, siempre el norte fijo en vender para crecer.
¿Qué mejor que vender emociones, ilusiones, posibilidades para amar y querer
como en las mejores historias, cuentos y leyendas, formando buenas familias
producto del trabajo honrado y generoso?
Pues bien, del dicho contacto inteligente se
acordó (así leímos) que el Simón Bolívar se mantendrá inamovible en su fecha
tradicional (último domingo de octubre) como ha sido siempre y desde que
estábamos chiquitos. Felicitaciones y no habría de qué. No sería del todo malo,
digo yo, solo yo, para mejor promoción de la carrera, realizar el sorteo de los
puestos de pista a la vista plena o directa del público, allí, desde el paddock
cubierto o desde el círculo de ganadores. Televisado, fotografiado, presenciado
por quienes quieran…o los que no puedan.
Las
subastas vienen. O van, con los éxitos esperados. De la anterior se extrajo una
buena caballada y el papel, la clase llamada pedigree, está dando y seguirá
dando frutos. Fuentes confiables nos refieren que esta producción de yearlings
(productos menores de dos años) es todavía mejor que la anterior, lo que parece
exacto o en correcta apreciación por lo que se ve en promociones, vía tuiter,
por ejemplo.
Haras Paumar, de gente amiga y por cierto o
por lo visto muy apreciada en las redes, llega con importantes piezas de
sementales y líneas maternas de excepción. Del 8 hasta el 12 de octubre su
exhibición y ventas, no sé si en subasta. Pendientes igualmente de las noticias
de Bello Monte y su padrillera estelar (Golden Dynasty por Touch Gold,
Inducement y Survivalist, ambos por Danzig, y los Umbridled´s Song, Honest Man
y Rey Tesa) La Mulera con los hijos de Sidereus Nuncius (Galileo) y Júpiter
Pluvius. Y Spa La Primavera de César Paparoni. Candela pura.
El
Pool (hasta el 23 de septiembre) de la National Thoroughbred Racing Association
(NTRA) desde luego por votación de sus afiliados, mantiene en primer lugar a
Accelerate con 360 puntos seguido por Justify (326) Siguen en correcto orden
hasta completar los diez (de la fama) Diversity (288) Abel Tasman (218) y
Monomoy Girl (210) Luego Catholic Boy (159) Yoshida (125) Catalina Cruisier (89)
Sistercharlie (86) y cierra Mind Your Biscuit (73)
NTRA agrega que igualmente lograron votos
Mckinzie (59) Imperial Hint (43) West Coast (30) Robert Bruce (28) Midnight
Bisou (23) Unique Belle (17) Oscar Performance (11) Promised Fulfilled (9) Good
Magic (9) Elate (8) Bee Jersey (6) City Of Light (6) Marley’s Freedom (4) Whitmore
(4) Dream Tree (3) Gronskowski (2) Heart to Heart (2) Gun Runner (1) y Aztec
Sense (1)
Está
allí (supongo con ligeras excepciones) buena parte de la flor y nata de los
pura sangre de los EE.UU. (algunos ya fuera de la actividad pistera) El Pool
con mira puesta en la selección de campeones (Eclipse Award) concluirá el lunes
8 de noviembre, una vez celebradas las Breeder’s Cup de Churchill Downs.
Súper Sábado de Belmont Park, lo máximo para
este servidor, en ruta hacia las Breeders Cup en Louisville, Kentucky, ya a
vuelta de la esquina. La carrera suprema, la Joe Hirsch Jockey Club Gold Cup,
de paso en su edición centenaria. Con la cual desde antes de su muerte en 2009
el Jockey Club honra al famoso periodista, columnista del The Blood Horse y
Daily Racing Form. Varios de sus grandes temas y reportajes aún se recuerdan. A
él, fundamentalmente, le envié una carta o nota de protesta (por consejo de
Luis Navas) cuando el Blood-Horse cometía el error de no incluir a Cañonero
entre los cien caballos del siglo, hecho el razonamiento que acogió sin
reservas. Hirsch, inolvidable, firmaría un extraordinario reportaje sobre
Cañonero y su gran pueblo, no otro que el mío, el tuyo, el de todos. Sin
reservas, restricciones ni prohibiciones, mucho menos humillaciones.
¡Salud!