ALGUNAS SENTIDAS ANÉCDOTAS Y RECUERDOS
DEL DERBY ENTRE SUS FINAS ROSAS DE MAYO.
Como muchas otras veces esta de su sesquicentenario en Churchill Downs nos llena de ilusiones y promueve en nuestros corazones (hablando con el perdón por millares de hípicos) más razones de vida por la poesía o el amor que brinda el purasangre de carreras.
Un Kentucky Derby jamás pasará inadvertido por poco atractivo que pudiera parecer (el de este 2024) en eso que llamamos el papel, o sea, la inscripción de los veinte potros que estarán ahí como actores de primera serie. ¿Alcanzarán la gloria? Es muy posible. Estar en el tablero de las rosas en la tarde linda jugándose un premio que vale más que muchas coronas de oro y plata, debe ser la aspiración mayor de los amantes del purasangre, lo hemos advertido desde que hicimos buena parte del camino, escribiendo, quizá cometiendo errores y derramando algunas lágrimas de entusiasmo o dolor, porque humanos somos. Frase hecha pero viene al caso.
Muchas reseñas de yeguas o caballos de alguna
forma consagradas en libros, revisiones históricas y leyendas sobre campeones
en las batallas desde la magna Grecia, pasando por el Imperio Romano o las
carreras olímpicas hasta estos tiempos que nos conciernen, las historias repito,
la de los purasangre, han llenado nuestras vidas de algunas formas y maneras
tan especiales que nos llevan a simples pero por siempre amorosas convicciones.
Que los caballos signan la perfección y nadie
sabe, se conocerá alguna vez si como máximos monarcas de su reino disfrutan en ser
primeros en las guerras de los hombres desde la antigüedad, o siendo purasangres por efecto de la creación,
igual descubriremos porqué sus corazones laten con mayor intensidad al
trasponer la meta triunfal, si el ganar las carreras o batallas les crean vivencias y lloran o
sienten desconsuelo, cuando se pierde en doloroso final. ¿Será así?
Estar en un Derby, el de Kentucky, es de por sí un logro o aspiración que se da
pocas veces en la vida. Nada fácil contar con buenos caballos merecedores de
estar en los clásicos y especialmente en la escena principal, la de los artistas
verdaderos y de corazones enormes que les permitan hacer el esfuerzo en ese
film hermoso de la tierra donde el purasangre es rey. Lo dicen las gentes de
Kentucky, no sé el gentilicio.
Así entonces veremos a cuál de los inscritos, Fierceness probablemente, le ceñirán la
corona y él en su impactante físico exhibirá el manto de flores, las más bellas de mayo. Esos veinte
que estarán en carrera nos darán todas las emociones posibles, brindarán el
tradicional y expectante espectáculo multicolor que presenta el histórico Churchill Downs en otra gran tarde, el venidero y esperado primer
sábado de mayo.
Si acaso veré el clásico, Dios mediante,
después de finalizado tal como me ha pasado
en los últimos años. Ese mal que me está matando se debe a las firmas
comerciales que evidentemente pagan por la exclusividad en la transmisión del
clásico, sin más. Son los tiempos. Igual pasa en otros deportes de multitudes.
El Súper Bowl, por ejemplo.
Y así el 150 Kentucky Derby lo verán en vivo y
directo quienes igual puedan subscribirse o le pagan supongo a los
administradores del histórico clásico con sus dólares y rosas. Las que en mayo
florecen con su admirable brillo y color, tanto en Kentucky como en muchas
otras partes de los mundos nos despiertan del sueño invernal con nuevo
ambiente, ese el de la joven primavera que promueve algunas expresiones
cercanas a la poesía aparte de esos deseos de vida sentimental, el motivo que a
los hípicos de corazón nos alivian de
ciertas pesadumbres, tristezas y desilusiones de estos dolorosos tiempos.
Las
Rosas, pues, queridos amigos y posibles lectores, como la flor de mayo de nuestros pueblos, son a
veces como poesía y canciones que a unos y a otros motivan de modo distinto en
las mentes y corazones. Llevan su nombre en esa carrera considerada entre las
mejores del mundo pese a todo y sin entrar en otros detalles.
Helo
aquí pues parte de mi tragicomedia sin exageración alguna. Prefiero esa frase
de la antigüedad que el “here it is” medio pasando agachado, para buenos
entendedores. Y saliendo un poco del propósito que me llevó a escribir algunas
anécdotas sobre la famosa carrera, para ustedes, amigos y amables lectores.
Tras obstinada serie de intentos en la añeja y
cansada computadora buscaba señales del KD desde la partida, desarrollo, final,
sentir esas emociones descritas ligando mi selección, cuando de pronto vi en
pantalla el tricolor nuestro, la bandera nacional sacudida a los vientos allí
en los alrededores del paddock. La carrera había concluido, obvio.
--¡Coño!
Me dije. Ganó el de Castellano.
Y así entonces, nueva historia comentada. El
Derby del año anterior en Kentucky lo ganó Mage conducido por Javier Castellano
y entrenado por Gustavo Delgado para el Stud del amigo Ramiro Restrepo.
Muy fácil ver después lo que antes pasaba inadvertido. Que Mage es
por Good Magic hijo del bien promocionado Curlin. Y la madre, Puca, de aquel
Big Crown que a mí me impresionó desde sus comienzos, lo he repetido. ¿Qué será
hoy de Mage? Llegó a la historia como lo han hecho muchos. De manera imprevista
y para no olvidarlo nunca con su torrencial de emociones.
Una escena similar a la de Juan Arias, Gustavo
Ávila y compañía de aquel 1971 que nadie vio en vivo, claro. Muy pocos,
incluso, sabían que ahí en Kentucky estaba
un grupo de venezolanos quienes intentaban echar un vainazo (así escribió Paco
Andrade) Y lo echaron.
Por ese entonces, muy chiquito, andaba ya no
con pañales, pero sí con ligera o menuda experiencia en cuestiones de hipismo
internacional, comentando y escribiendo sobre carreras para El Nacional y
Gaceta Hípica.
Cañonero había ganado. Se hablaba de él y su increíble hazaña, una más, de Gustavo Ávila, quien me lleva una morena en edad cumplida y sabiduría sobre caballos. En su regreso desde Kentucky en aquellos días de notorio alborozo en toda Caracas fui a entrevistarlo en las puertas del avión en Maiquetía. Me fue imposible. El presidente de la Unión de profesionales del látigo, lo impidió, me cerró el paso. No hubo forma. Al parecer odiaba a la prensa y yo siempre lo veía con cara de arrecho.
Arturo
Uslar Pietri cuando encaraba o hacía su “Vuelta
al Día en 80 Mundos” dio a conocer que, luego de un largo tiempo en su camino
andado por buen número de ciudades del universo informaba que al fin veía una
nota referente a Venezuela. No sé cuál periódico de lejana región, en el cual reseñaban
lo de Cañonero, noticia que Uslar leía, sorprendido, y asunto para tomarlo muy
en cuenta, dijo o escribió para su novela-reportaje.
Nada cambiará para este Derby el 150 que
probablemente lo ganará Fierceness vista
su impactante actuación en el Florida Derby. De no ser así, de algún modo
dejará lugar para cualquier revisión o análisis,
pues sobre él irá todo el peso del favoritismo, lugar, insisto, para las críticas
o alabanzas. Así es el periodismo de hoy, siempre pasa. Deseamos lo mejor a sus gentes y sus
principales artífices, el jinete Johnny Velásquez,
Salón de la Fama, y al entrenador Todd
Pletcher.
En
el Florida Derby el margen victorioso de Fierceness que significaría ferocidad,
cierta violencia o por ahí, fue de unos trece cuerpos, récord para el FD sin
gastar pólvora o su gasolina de avión supersónico. Es decir, ganó en las manos.
Su
propietario es hombre de negocios, leo, o un conocido empresario, y se gasta
fortunas en caballos de carreras. Su nombre Mark o Mike Repole, Stud Repole. Luce un tipo simpático, y lo
conozco solo por sus viajes al paddock de ganadores (TV) en unión de numerosa
familia o allegados, cada vez que gana uno de sus muchos caballos. Contribuye
pues a llenar las tribunas y eso cuenta, para cierta admiración.
Sigo entonces con mi lata sobre el tema que he escogido para este triunfal regreso.
El Derby o carrera por Las Rosas es para vivirlo en plenitud. Quienes puedan entrar salvando las señaladas restricciones publicitarias sin ser objeto de críticas, es cuestión de la modernidad o actualidad. Como lo vivirán millares de aficionados en su alegre y rumbeadora presencia en Churchill Downs y por millones en TV, computadoras y celulares de los más caros en el mundo que llaman civilizado, aunque no existe tal cosa en otras lugares del mundo que restringen las comunicaciones.
Toda
la tarde allí en Churchill Downs se pasearán pues las multitudes alrededor de
las sillas de tribunas, en los espacios abiertos, las llamadas playas sin agua,
celebrando, bebiendo bourbon dulce como un refresco con hielo y una ramita que
no es de yerbabuena, seguramente sabroso, en grandes cantidades. Personalidades,
artistas del cine y la TV, deportistas, políticos incluso presidentes, gustan
de estar ahí, como he señalado paseándose con o sin bourbon en mano, la bebida
clásica que entona es lo que dicen, aunque nunca la probé ni probaré, pienso.
Las damas hermosas la mayoría, o todas ellas de muy buen físico, jóvenes atractivas y
de otras edades contarán en este Derby sesquicentenario con la escena perfecta para exhibir sus encantos, la nueva moda. Algunas
lo harán con ciertas extravagancias dado que llamar la atención y lograr fotos,
tampoco es malo. Hace años vimos a una bien trajeada y cubierta su cabellera
con un sombrero enorme, simbología o imitación gigantesca de las torres de
Churchill. Caminaba sin dar ningún traspié con aquella tramoya adornando su
cabeza.
El Derby por otra parte
da la señal del verdadero arranque primaveral, en Mayo, lo cual promueve cierta
diferencia en cuanto al intenso frío abrileño. En Kentucky eso da lugar para que
sus mujeres se permitan exhibir todas ellas la exuberante belleza que las ha hecho tan famosas en la fiesta
hípica. Los poetas y compositores se aprovechan entonces de sus mozas, y de las
musas. Todo, en fin, notable fuente para la creación, que de pronto puede ser exquisita
en los versos, realmente poéticos, o tal vez medio ramplones, lo más seguro.
Ese día del Derby,
recuérdenlo, se sirve la escena en definitiva para que las dueñas de la elegancia y del saber en el
vestir se muestren ante el mundo de la realeza hípica en todo su esplendor,
singularmente bellas en sus llamativos y sin duda alguna costosos vestidos de
diferentes colores, como los que usa la elegante amiga Claudia Elena Spadaro.
Escribo de lo que muchos ya saben, conocen, han estado ahí o vieron de alguna manera. Escribo igualmente para numerosos jóvenes a quienes les interesaría lo de un buen hipismo y una gran carrera de caballos.
He estado solo par de veces en ese escenario
con Luis Navas a quien siempre recuerdo con cariño. Los buenos no mueren, solo
andan de viaje en otros planos que igual nadie conoce, distinto a lo que nos
pasa en el tránsito de la vida en común, digo yo y no solo yo. Pasábamos por
las mismas, buscando un lugar con asientos, cosa imposible, andando por aquí y
más allá en los bajos de las tribunas hacia las cuales nos negaban acceso. Sin
arrecheras, no podía haberlas porque la felicidad te invade en un día de Breeders
o un Derby de Churchill. Ahí solo cabía la diversión en especial porque el
gordo no conseguía tampoco una ventera de comidas rápidas, es decir, sin hacer
fila, o la cola.
Reíamos porque igual sentíamos el calor, bullicio,
emociones y las alegrías de tantas gentes buenas porque entre verdaderos
hípicos jamás tendrá cabida el desconsuelo y mucho menos las maldades. ¡Cómo se goza aun sin ganar una
apuesta, solo paseando entre las gentes en un día del Derby en lo que antes
llamábamos el viejo cascarón de Churchill Downs!
Doy final aquí para dar espacio a un cuento estilo
reportaje sobre un purasangre maravilloso que como un Seabiscuit cercano a nuestros tiempos, dio lugar a historias de
notoria fama. Se llama Northern Dancer.
El padre de Nijinsky.
Héroes para los canadienses y el mundo. Publicado hace un tiempo y no recordaba, son los años que han pasado y yo distante. A Canadá y los canadienses les agradezco el refugio con mi familia. En este ejercicio del grandioso Northern Dancer no cambio un punto ni una coma. Así lo escribí. Espero lo disfruten.
EL FABULOSO NORTHERN DANCER
ÍDOLO DE CANADÁ
Y EL MUNDO DE LOS CABALLOS
Homenaje al gordo LUIS NAVAS.
No recuerdo exactamente el día pero sí
la hora temprana de aquella llamada del gordo Luis Navas para
decirme:
--Acaba de morir el más grande: Northern Dancer…
Muy normal que alguien de alguna
importancia muera y sea noticia. Como los caballos con trascendencia histórica
universalmente hablando, no importa si desde un Olimpo sagrado, los hipódromos
o desde las buenas tierras, tal vez praderas o las sabanas infinitas como las
llamaba el maestro Rómulo Gallegos. Desde los griegos o quizá antes del invento
legendario de las carreras como son conocidas lo menos hace unos tres siglos.
Incitatus fue el primer caballo y quizá único que fue cónsul
romano. El honroso título se lo confirió el mandamás de
entonces, Cayo Julio César Augustus. Pienso que fue lo único
bueno que hizo en su corta vida ese loco histórico mejor conocido
como Calígula, hijo de un buen soldado llamado Germánico, y
su madre si no fue Juana La Loca debió serlo, por
carambola.
Él aseguraba que su Incitatus, el
caballo, estaba por encima de los hombres en su tiempo. Y probablemente fue la
única vez que tuvo algo de razón.
Otros más modernos convirtieron a Secretariat, que ya era un ídolo de multitudes, en un ser inmortal superior a quien fuera, al elegirlo y hacerlo aún más digno de un reino entre los mejores veinte atletas del año nada menos que en los Estados Unidos.
Todo el mundo de la hípica sabe quién fue Northern Dancer, y los que eventualmente no son amantes de las carreras de caballos como algunos canadienses quienes al escuchar interrogantes sobre el fabuloso caballo, levantan la mirada y saben que están hablando de una especie de orgullo nacional, que brilló con sus ejecutorias en las pistas y en la cría como todo un maravilloso y bien exaltado Jefe de Raza.
Así lo consideraba Luis Navas. Era un enamorado de ese gran
purasangre que en nada se parecía a un Secretariat, Justify o un Nadal
de estos días. En realidad, su pequeño físico no impresionaba a
nadie.
Para este tema que igualmente me atrae
desde aquellos momentos cuando Francisco Andrade comentaba sobre
la gran Natalma, de Neartic por ser hijo del italiano Nearco y nieto
materno del inglés Hyperion, quería consultar a mis dilectos, Juan
Oleaga o Javier Farache.
No obstante, a riesgo de errores en
imágenes y desvaríos naturales, decidí adentrarme por mi cuenta en
los vericuetos inmemoriales por solo seguir una regla aprendida. Usar la
memoria con los recuerdos tal vez desgastados de aquellos buenos y viejos
tiempos que no pueden volver.
Así, Navas, tal cual su costumbre, buscaba madres, padrillos, por allí dónde estuviere un rasgo de lo que comentamos. Pretendía que escribiera un libro para narrar o contar historias, raíces, orígenes del criollo purasangre y dar justo reconocimiento a quienes en realidad dieron impulso sostenido a la moderna industria con cabal responsabilidad. Lo dejo aquí, dado que el tema puede ser controversial y, pudiera no ser este el momento, para entendedores. Se verá, si Dios lo permite.
Y siguiendo ejemplos,
referencias. Se consiguió otra canadiense (son muy bellas) llamada Island
Pool cuyos abuelos eran Graustark (Ribot) y Neartic,
precisamente.
Island Pool fue la madre de Mantle, un criollo de bien ganados
recuerdos nacido y criado en Haras Los Aguacates.
Paco Andrade siempre escribía sobre Graustark.
Su tema era “la fractura de tercera falange que sacó del Derby a
Graustark, el hijo de Ribot”.
Fue Graustark el padre de unos cuantos que se sumaron a su
gloria. Prove Out, vencedor sobre
Secretariat. Key To The Mint, Jim French, escolta de Cañonero en el Kentucky
Derby. El formidable Avatar,
ganador del Belmont Stakes sobre Foolish Pleasure. Proud Truth, Tempest Queen
y, una yegua que nunca puedo olvidar: Autum Glory.
Una vez de celebración no recuerdo qué
cosa (siempre existía alguna, lo sabe igualmente Fernando Delpino)
andaba con el entrañable Manuel Ledezma Ibarra. Tarde llegamos a
una subasta de Haras Los Aguacates en el antiguo puesto de monta.
Apenas quedaban unas dos o tres piezas de esos tantos exitosos y
celebrados remates de yearlings. Manuel revisó un catálogo con la
premura del tiempo y observó que el penúltimo o quizá último de una
considerable oferta, era uno que en su pedigree tabulado se leía, Northern
Dancer. Pese a mis protestas, comprar sin ningún otro análisis, y para
colmo un producto de cierre, pero Manuel cuando creía en algo,
en sus inspiraciones como la de The Queen, se hizo dueño, el propio
dueño de un caballo que registró con el nombre The Horse, que tenía
a Northern Dancer repito en el pedigree, el gigante de la cría
que siempre recomendaba el gordo Luis Navas.
Teníamos un amigo en común, buen
hombre, médico y honroso ciudadano caraqueño, pero a veces peleón y se buscaba
problemas dónde no existían. Manuel
Ledezma lo había hecho dueño de una patica de The Horse. Lo
entrenaba Julio Ayala. Un día de esos, The Horse no pudo en una carrera (fue
pistero de los grandes pero incapaz de mostrar la garra y gran clase por uno y
quién sabe cuántos problemas)
Total que el médico de pronto estaba en
la cuadra, estetoscopio en mano y con un ayudante examinaba a The Horse como
lo que era, un gran profesional de la medicina. Claro. No conocía a don
Julio Ayala Coronil. Yo sí.
En las horas siguientes The
Horse estaba frente a la caballeriza con amarras a un árbol de los
senderos y, Manuel, siempre cordial y dispuesto para resolver
cualesquier controversia, recibió la llamada.
--Ven a buscar a tu caballo, le
diría Ayala Coronil.
The Horse estaba inscrito en un Confraternidad. Desde el
aeropuerto fuimos directo a Caliente, en Tijuana, en compañía de Domingo Noguera.
El gran caballo como siempre le pasaban
cosas, estaba en tres patas, a dos días del clásico. Un miembro posterior en
alzada, quizá con mucho dolor.
Lo retirarían, pensé.
Llegó al clásico, no sé cómo. The
Horse iba último fuera de carrera y virtualmente eliminado. De pronto
desde entrada la curva mejoraba de manera increíble para llegar tercero.
Eso hacía por lo regular
el guapo The Horse, un Omaha Beach cualquiera, por decir de
esos purasangres auténticos de un corazón enorme y que por falta de mejor
destino la gloria o grandeza, se les niega.
The Horse entró como
relleno a última hora en aquel Clásico Latinoamericano del Jockey Club,
el único disputado en La Rinconada, 1986 sin más, en otra de tantas
buenas historias.
Como ocurrió ya dicho en la
carrera caribeña, The Horse no quería correr en los primeros
tramos. Último lejos y aparentemente sin oportunidad alguna hasta que
finalmente avanzaba en aquella recta en la cual el peruano Lutz y la
chilena Secuencia disponían de la gran carrera.
El delirio en las tribunas, sobre
todo en la de propietarios, inolvidable, mientras The Horse
avanzaba pero sin tiempo para dar caza (era imposible) a los punteros ya
nombrados. Lutz superó por medio cuerpo a Secuencia. La yegua recibiendo varios
kilos, cuerpo y cuarto arriba de The Horse que en suma cerró a menos de dos
largos del ganador.
En ese internacional corrieron
grandes caballos de Uruguay, Brasil y Argentina. Para nombrar
uno, Salvate Tel que fue el favorito. Lógico. Venía de ganar
el Carlos Pellegrini.
Nunca más un caballo venezolano
salvo El Gran Sol (al año siguiente de The Horse) pudo disputar uno de
esos internacionales del Sur. Y ninguno hizo mejor carrera como el
formidable purasangre comprado por Ledezma Ibarra de la manera
descrita. El recordado amigo desde hace años duerme en su gloria eterna y más
que merecida. El suyo, era un nieto de Northern Dancer.
Para mí The Horse, como
Benemérito, por supuesto Catire Bello y aquellos de Enrique
Llorente, Templado entre ellos, de los mejores criollos que haya visto
y esta, por supuesto, es sola mi opinión, y nada al margen.
Siguiendo con Northern Dancer el caballo de
nuestros amores, no solo de los canadienses, hizo de su historia algo más que
una leyenda desde su llegada a las pistas, entrenado por don Horacio Luro. Como otros grandes profesionales del sur del continente,
nos honró en años con su ilustre presencia.
Repito que estas notas son en homenaje
a Luis Navas hoy en sencillo homenaje a todo lo que hizo por
el hipismo del gran país que tuvimos (tal vez lo recuerdan apenas por Cañonero)
pero debo insistir que en su pasión por Northern Dancer, fue más
que notoria.
Northern Dancer debutó en Fort Erie Race Course, Canadá, a los dos
años el 2 de agosto de 1963 en una carrera de 1.100 metros con un jovencito
llamado Ron Turcotte. Ganó desde luego. Por un premio de 2.100 dólares.
Su campaña de potro de dos se extendió
a nueve carreras de las cuales ganó siete, dos de ellas en Aqueduct, el Sir
Gaylord y el Remsen Stakes, ambas en una milla, conducido por Manuel Ycaza.
En aquel llamado Experimental
Free Hándicap que no sé si existe ya, fue segundo de Raise A
Native (126) y a él le asignaron 123 libras.
En su campaña de tres años que
arrancó a mediados de febrero ganó par de veces con Bill Shoemaker, el
recordado Flamingo Stakes de Hialeah y el Florida Derby. Con Ycaza,
un allowance en Gulfstream. Shoemaker había dicho que para el Derby de Kentucky
se quedaría con Hill Rise y don Manuel Ycaza prefería a Quadrangle
en la ansiada carrera de las Rosas para él negada.
De modo que antes del Derby,
Luro había requerido los servicios de Bill Hartack para
el Blue Grass Stakes de Keeneland
carrera que por supuesto Northern Dancer ganó a su antojo.
Lo demás, conocido. Northern
Dancer con Hartack y Luro ganaba el Derby
de las Rosas y también el Preakness en Pimlico. No era caballo para el Belmont
Stakes disputado en Aqueduct en su milla y media, no sé las razones.
No subía cerro, dijo Alfonzo Rodríguez Vera.
Después del Belmont,
Northern Dancer terminaría su vida pistera en el hipódromo de Toronto, en el
Queens Plate de Woobine que lo ganó sin demasiado esfuerzo con lo cual recibió
la merecida y prevista ovación de un público sencillamente extasiado.
Faltaba lo mejor, lo más grande
realizado por el inmortal campeón,
sublime criatura del universo de los hombres y místico ideal en la grandeza
de Dios todopoderoso que
pone, dispone y los demás, solo proponen.
La progenie de Northern Dancer a la vista de quien
lo desee, como padre, abuelo en todos los sentidos, es desde luego interminable
y no será el propósito del tema que pretendo en homenaje al gordo Luis Navas, pues fue él quien me habló
desde los comienzos del semental como el mejor de todos, apenas en los primeros
pasos del padrillo.
En sus días de gloria pistera,
daba mis primeros años en el periodismo en Gaceta Hípica y más tarde en
El Nacional.
Aquel día en hora temprana
levantaba el auricular (normalmente llamaba, y si atendía mi esposa, la
conversación era de otros temas) y me dijo. Murió el más grande.
Lo tomé pues como cosa muy
normal. Y muy triste aquella otra llamada diferente en una mañana cuando su
hijo, el “Terremoto” Luis Navas junior como él le decía, me dio la
infausta noticia:
--Su
amigo, mi papá, acaba de morir.
Son esas cuestiones que uno nunca puede
olvidar ni menos ignorar, aunque el refugio sea la oración y la exigencia al
Dios de todos, por el perdón y la obligada resignación.
He pasado por esas, como saben
los amigos. Así que muchas disculpas, por miles.
Cierro esta parte con algunos de los grandes hijos de Northern Dancer, los que más vienen a los recuerdos dado que son suficientes, de manera que creo no debo extenderme hasta sus nietos, que no caben en una sección hecha más que todo para el homenaje descrito, y cierta diversión, si se puede.
NIJINSKY, sin el segundo y para mi gusto, tal vez el mejor por cuanto derivó en
el último ganador de la triple corona de Inglaterra, conducido por
Lester Piggott.
El Nacional de José Moradel y Paco Andrade en aquellos días, dedicó página entera, primera deportes, al concretarse la noticia mundial. Nijinsky también había ganado en 1970 además de las Dos Mil Guineas y el Epsom Derby, el St. Leger Stakes de unos 2.900 metros. Dejaba atrás a Bahram, que le había dado a su Alteza Real el Aga Khan III en 1935 la dicha triple corona.
SADLER´S WELL. Jefe de Raza como su
ilustre padre.
FRANFRELUCHE.
Canadian Horse Of The Year.
VICEREGAL. Caballo del Año.
THE MINSTREL. Inglaterra. Caballo del Año-
NUREJEV.
STORM BIRD.
LYPHARD.
NORTHERN BABY.
LOMOND.
EL GRAN SEÑOR.
SECRETO.
SHAREEF DANCER.
DANZATORE.
DANCE NUMBER.
ADJAL.
TRY MY BEST.
GIBOULEE.
WOODSTREAM.
NORTHERNETTE.
HERO’S HONOR
RUNHAPY
EXHIBE
DOBLE INBREADING
A NORTHERN
DANCER
Y
MR. PROSPECTOR
Runhappy el campeón
sprinter 2015 (por lo tanto muy joven y, de
paso respondo a preguntas de algunos amigos, no tendrá una eficiente producción
hasta finales de este 2020 o el año venidero) es como se ha visto muy
promocionado en diversos medios.
No puede irle mal con sus productos y
eso se comprobará más temprano que tarde. Buen pistero y dicha promoción aclara
que nunca en él usaron medicamentos para correr, muchos de ellos ahora
prohibidos, o reglamentados como debe ser.
Runhappy, dado que el tema central de estas notas es sobre la influencia del más
grande, Northern Dancer y
lo que de él sembró don Luis Navas (compró a Cañonero de yearling en
dos mil dólares) tiene doble inbreading a dicho Northern Dancer y a Mr. Prospector, de manera que no
necesitaré extenderme (por ahora) más de la cuenta.
Runhappy es hijo de Super Saver en
Bella Jolie y sus primeros abuelos son Marias Mon y Broken Bow. Su línea materna luce de excepción, con inbred a Northern
Dancer (necesario insistir) y Mr. Prospector.
Él ganó 7 de diez y promedió millón y
medio de dólares. Las más importantes desde luego
la Breeders Cup Sprint con crono de 1:08 2 quintos conducido por Edgar
Prado. Segundo fue Private Son con Martín Pedroza y tercero
Favorite Tale con Javier Castellano. Además corrieron allí Kobe’ s Back
(Stevens) Salutos Amigos (Ortiz) Holy Boss (Santana) y Will Dude (Bejarano) entre
otros.
Ahora es cuando con Runhappy. Soy feliz, no sé.
RUNHAPPY está alojado
en el Claiborne Farm, Paris, Kentucky. Según Blood-Horse Stallion Register su
salto se mantiene en 25 mil dólares.
EN LA RUTA DEL
DERBY.
AHORA ES CUANDO
El Derby de las Rosas tiene esa cualidad. Antes de cerrar cada año, los aspirantes suelen
aparecer de alguna manera en las noticias, y este 2020 por
supuesto no es ninguna excepción.
Las apuestas en Las Vegas igualmente arrancan desde temprano con sus cotizaciones
que, para muchos, aparte de ser una fuente de información, claro que alcanza
para la diversión y el correspondiente análisis entre quienes desean probar
puntería.
En una ocasión nos motivó, con
buen amigo en común, tirar ese lance luego de ver el debut y la segunda
demostración de un potro llamado Big
Brown. No fue posible.
Big Brown no apareció en la lista, solo una llamada algo así, resto, o los
que fueran con apenas un dos a uno.
Esta sección propone para el Derby
de Kentucky el primer sábado de mayo, los siguientes y, Dios
me proteja, ya saben de qué hablo:
1-SOLE VOLANTE. Karakontie (Jpn) el potro de Luca Panici el jinete que siempre andaba
en las listas de Pepe Iadisernia, mi gran amigo. Sole Volante tiene un inbred
(lejano, cuatro por cuatro a Northern Dancer)
2-NADAL. Blame. El potro. Cuadra de Bob Baffert
3-TIZ THE LAW. Constitution. Por el mismo camino de aquel extraordinario castrado
criado en el estado de Nueva York. El Alcalde Michael Bloomberg hizo
una fiesta agasajo para la prensa en especial, unos días antes del Belmont que
ganó Empire Maker. Estuve ahí y le dije, a Mr. Blomberg solo “nice to
meet you”.
4- AUTHENTIC. Into
Mischief. De la flotilla de Bob Baffert.
5-THOUSAND WORDS. Pioneerof the
Nile. Por si no lo sabían. Bob Baffert.
6-DENNI’
MOMENT. Tiznow. Buen potro. Algo no funcionó en la Breeders Cup Juvenile. No corrió
desde entonces.
7-MR. MONOMOYS. Palace Malice. Hermano de la campeona Monomoy Girl. Lo vi muy bien en
el Risen Star Stakes. Entrena Brad Cox y monta Florent Geroud.
8-STORM THE COURT. Court
Vision. Se verá en el venidero San Felipe Stakes de Santa
Anita Park. Peter Eurdon es el entrenador.
9-SILVER PROSPECTOR. Declaration of War. Hay que verlo en próxima salida. Posible en el
Rebel Stakes.
10-CHARLATAN. Speightstown. Bob Baffert. Con cierta diversión como para alegrar
la vida de alguien dejó 1:08 en los llamados 6 fourlones. Creo será un
espectáculo en su próxima salida.
Me perdonan si pasé por alto algún
prospecto que pueda gustar. En todo caso me lo harían saber. Baffert todavía
tiene algunos por allí como secretos bien guardados.
Todos los nombrados, o borroneados, cuentan con Northern Dancer en
el papel. Si no él, Mr. Prospector cuya
historia tampoco puede estar al margen de nada. Gracias.
Esto está buenísimo!
ResponderEliminarExcelente publicación Don Oscar Armado, como siempre..!
ResponderEliminarGracias
EliminarGracias Sr. Armao. Sólo una observación. Fueron Winton y Stage Door Ed, los que corrieron el Latinoamericano después de The Horse. El Gran Sol lo hizo a mediados de los 90's. Saludos.
ResponderEliminarFue así. Tiene razón. Winton sin bozal, salió a gran velocidad (con Moreira) contra un viento muy severo y se tragó la lengua, por lo cual se entregó temprano . El otro, nunca fue rival.
ResponderEliminarGracias por estar siempre dando tus escritos al público hípico
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