jueves, 23 de agosto de 2018

Que Hacemos en la Web y algo más....23 de Agosto






Este fin de semana sería algo así como de paso, de transición, tal lo sugiere el editorial (Gaceta Hípica) ante las emergencias que si bien no son absolutamente sobrevenidas, en efecto tienden a cierta confusión incluso entre los más doctos. Al cierre esperábamos noticias en cuanto a los inevitables cambios en las apuestas a ganador, placé, exactas, pooles de cuatro y, en especial, el 5y6. No tenemos sugerencias al respecto, porsia. Esperamos, en consecuencia, las resoluciones oficiales. Sí creemos, como decíamos ayer (tema anterior) que tal la reconversión, que por cuanto el llamado juego de las mayorías quedaría en multiplicador 0,50 o algo por el estilo, probablemente llegaría a uno (1 soberano) es decir, el monto con el cual nació en los días de María Castaña. No sé quién era.




Por ahí iba la nota en el Qué Hacemos original, si cabe el término. Finalmente el Guerrero Bogarín anunció los cambios lógicos para las diferentes apuestas. Entre ellas el 5y6 que tendrá factor dos. Es decir, en lugar de cincuenta mil de los de antes, se multiplicará por 2 soberanos. Saquen la cuenta.



Se debería apostar en dicho 5y6 un cuarto de millón de soberanos, trescientos mil, medio millón o por ahí. Se verá.

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Mayoral (Documentary) y Así Es El Maní, buenos potros de tres años que probablemente no estarán en la Gala Hípica por estar corriendo de manera consecutiva. Se batieron par de veces en carreras similares. Una para cada lado.


Esa Gala Hípica con las mejores carreras de la programación, invento (por decir algo) del doctor Hugo Albarrán cuando presidía, de manera ejemplar, Asoprorín, la organización de los propietarios que es ahora cuando en la realidad le toca, como a Juana La loca.



Street Hero el padre de la yegua Sarandón, ganó a los dos años el Norfolk Stakes sobre Midshipman en Santa Anita Park y luego se batió contra el mismo formidable rival en la Breeders Cup Juvenile para caer tercero (segundo fue Square Eddie) Street Hero es hijo de Street Cry el padre de Zenyatta en Squall Linda una Summer Squall. Splendid, la madre de Sarandón (que por razones que entenderán, corta campaña) es hija del moro Tapit. También por supuesto queda entendido que se trata de futura matrona en reserva del Haras La Primavera. Sobrada sangre moruna en Sarandón. Uno de sus abuelos el fabuloso The Axe II que devenía de Mahmoud, cosa más grande. Los buenos hogares de cría, por eso lo son, tienden a la reserva de yeguas consideradas de clase, o especiales para venideros cruces. Es lo que le escuchaba decir a Paco Andrade, Soto Rivera (Hylander) y compañía en aquellos años de El Nacional, que unos cuantos recuerdan.




Irad Ortiz, virtual ganador de la estadística de Saratoga a dos semanas del cierre, perdió a Hofburg el hijo de Tapit, propiedad de la famosa divisa Juddmonte Farm la misma de Arrogate, justo en las puertas del Travers Stakes o a unas pocas horas de la inscripción. Sobre la marcha Mark Casse le tendió la monta de la excepcional Wonder Gadot que, a no extrañarse de tener razones. En tal caso es una potranca que parece transformada, de modo que la bella catira (supongo también las otras chicas de los pronósticos y promociones) Acacia Courtney se sintió feliz y emocionada por la aparente buena nueva. Wonder Gadot, nacida en Ontario, Canadá desde luego, es una hija de Medaglia d´Oro que saltó a la fama luego de un segundo en pos de Monomoy Girl en las Oaks de Churchill Down aunque tampoco pudo ganar contra potrancas en la también Oaks de Woodbine (segunda de Dixie Moon) Luego se sobró en el Queen Plate contra potros por supuesto, y también logró el segundo escalón de la triple corona canadiense, en Fort Erie.





En fin, John Velázquez, “se quita” de Wonder Gadot, quizá porque no puede dejar en la estacada a su pana Todd Pletcher, de Vino Rosso, u otras razones, ya se verá este sábado en Saratoga. El Travers de este año y diría como siempre, estará pleno en cuanto a suspenso, expectativas y las naturales interrogantes, señala la excelente prensa del lugar, de los acontecimientos. Sí inscribieron a Catholic Boy (la grama, o turf, es lo mejor para él) y no por llegar tarde, le correspondió el puesto once para la partida en los dos mil metros. El mayor ganador del Travers, su majestad Javier Castellano, tendrá pues su opción. Un gran aspirante por supuesto, Good Magic, con el mágico hermanito, José Luis Ortiz, que viene de arrasar en el Haskell de Monmouth Park. Otra vez veremos a Mendellsohn en vista de que Aidan O’ Brien sigue prometiéndonos una carrera similar a la que hizo en Meydan. Completan Trigger Warning, Meisterming, Tenfold, King Zachary, Gronkowsky y el Bravazo más conocido que la carne con papas, la de aquellos tiempos.



Más del Travers Stakes. El primer ganador prehistórico fue Kentucky (1864) con jinete de apellido Gillpatrack. Salvo error u omisión hemos advertido (ratificado en otros medios incluyendo los del exterior) que Javier Castellano es el jinete con mayor número de triunfos, cinco en total, y eso por supuesto tiene enorme importancia dado que, no es fácil, como se puede tratar de ver en lo extenso de esta nota. Castellano ganaba su primer Travers con Bernardini en 2006 (un año antes fue segundo sobre Bellamy Road que perdía con Flower Alley a las órdenes de John Velázquez) Impuso a Afleet Express (2010) Stay Thirsty (2011) V.E. Day (2014) y Keen Ice (2015) que superaba en formidable remate al triple coronado American Pharoah.




Sigo el recuento al vuelo del pájaro. Uno llamado J.Mc Laughlin fue cuatro veces ganador en 1881, 83, 86 y 1888 pasando por 1879 con el triunfo de Falsetto montado por un gran jockey, Isaac Murphy, a quien le decían el “negro inmortal”. Ya en tiempos de la cristiandad se aparecía el fenomenal Eddie Arcaro, primero con Thanksgiving y otros tres para sumar cuatro en los años 1942, 44 y 1951 cuando mandaba Pérez Jiménez. Seguía otro astro, Bill Shoemaker, ganador sobre Gallant Man en 1957. En 1962 sobre Jaipur que ganaba en gran duelo contra Ridan de Manuel Icaza, cuya gran foto hace poco fue publicada y comentada por Javier Farache. El tercero de Shoemaker el famoso zapato, fue con otro de los grandes, Damascus. Pat Day, también tres, con Play Fellow, Java Gold y el más recordado, Easy Goer. Pero faltaría ahí el supremo en sus buenos tiempos, el panameño Braulio Baeza a quien apodaban “la Esfinge” por su posición en las fotos, una estatua, inconmovible y ni una risita. Lo ganó sobre purasangres igualmente inmortales, Buckpasser, Arts and Letters, Key To The Mind y Wajima. ¿Valdrá entonces lo realizado por lo mejor del Zulia y sus alrededores? ¿Es verdad ese récord, cinco en el Travers independientemente de lo que pueda o no hacer “el gramero” Catholic Boy? Lo ligaré de cualquier modo. El Potro Roberto hoy jueves, poco antes de la publicación de estas líneas, revelaba en tuiter los ganadores con Castellanito, con lo cual, me siento más seguro en lo dicho.



No será como la de Jaipur y Ridan, pero recordamos otro gran Travers, mi hijo José Rafael Armao (entonces un chamito) y este humilde en pista de un fangal extremo como no vi jamás. Fue el de 1981, ocasión en la cual Willow Hour, conducido por un inspirado Eddie Maple (el jockey de Easter Fleet en aquel Preaknes contra Gustavo Ávila y Cañonero) que batió en foto a Pleasant Colony, con el mejor del mundo en aquel tiempo, Ángel Cordero. Tragarían barro del bueno.



Irad Ortiz marchaba con 40 triunfos y Javier Castellano, 31, sumadas a sangre y fuego, en el segundo lugar. Ventaja considerable. José Ortiz pasaba al tercero. Era lo que se esperaba, sin sorpresas. Si hay alguna, la de Castellano, que como Mike Smith y en los tiempos consagrados de Jerry Bailey y Pat Day, todos ellos dejan de ser protagonistas de estadísticas por carreras, solo de selectivas o de grado, y producción, que a fin de cuentas, son las cuentan y esto no es redundancia, tal vez cacofonía.


El Travers, en el hipismo de Nueva York, es conocido como el Derby de verano.


¿Por qué se lesionan los buenos? Grandes caballos o yeguas, por supuesto. Me hacía esa pregunta en años mozos de abundante cabellera en modo alguno blanca o gris, como ahora. Precisamente por eso, me decían. De gran corazón y raza pura, hacen doble esfuerzo. Este 2018 nos dio a un fugaz campeón como Justify que ya no está (al menos en la pista) y la formidable mora Unique Bella, también se va temprano. La lista es más larga.





No es costumbre en estos comentarios reales (de realeza) pero saludo a esa legión de viejos y nuevos amigos instalados en Gulfstream Park, nueva casa a la vista, de los hípicos. Disfruto los éxitos de todos y cada uno, en especial los de esos brillantes profesionales, Antonio Sano, Kiko D’ Angelo, Gilberto Zerpa el potro, Víctor Barboza, Alexis Delgado, Oscar Manuel González, Jorge Delgado, Juan Andrés Rodríguez, Michel Douaihi, Eduardo Azpúrua hijo, Juan Carlos Ávila y todos los que faltan en cuanto a entrenadores entre ellos Rodolfo García Gamboa y Carlos Morales que siempre están donde están, aparte de los propietarios don Camilo Turbay, Armando DeArmas, Yudex García, Alejandro Ceballos, la gente del Cairoli, Salomón del Valle…Son algo así como un poco demasiado, decía Bob Cannel.


Bob Baffert se hizo aún más grande con motivo de su exaltación al Salón de La Fama de Kentucky. Daba rienda suelta a su proverbial trato amable y cordial con todos, la prensa en especial, hecho que ya conocemos, con las debidas vivencias por cierto inolvidables. Haras Paumar, organización siempre atenta a los hechos de relevancia en el hipismo continental, difundió un tuit con lo siguiente: “Vía @TimSullivan 714. Bob Baffert al ser exaltado al Salón de la Fama del deporte de Kentucky, dijo: No puedo volar como una mariposa, no puedo picar como una abeja, pero estoy aquí, en el mismo Salón que Muhammad Alí”.
Correspondían más homenajes para Baffert, el gran entrenador de campeones en la triple corona de los Estados Unidos, dos ganadores, otros en el umbral y casi en la misma gloria, con lo cual él pertenece a la esfera celestial de los inmortales desde hace buen rato. En Saratoga se anunciaba algo al respecto.


Se dio la esperada Asamblea extraordinaria de Asoprorín, se dijo con masiva concurrencia. No obtuvimos declaraciones, pero las caras largas, la expresión corporal habla en sí misma. Lamentable. Se intuye desde luego, situación extremadamente crítica y, sin más por ahora, cuando cada quien sin necesidad de echar leña en el fuego, debe sacar conclusiones, buenos aportes para dar luz y entendimiento, en todo lo que sea posible. Cabe hasta una buena oración. ¡San Judas, hazlo posible! Dios nos agarre confesados, también decían antes. 




miércoles, 15 de agosto de 2018

Que hacemos en la web y algo más...15 de agosto





La Gala Hípica de Caracas tendrá en este 2018 siete clásicos o carreras selectivas, con la adición de las ya tradicionales Iniciación Juan Arias y Julián Abdala. Insisto en que se trata de lo mejor de nuestra programación no solo por los premios que deberían ser todavía más elevados, lucha constante que de ninguna manera se debe abandonar. Nos decían que, si bien los clásicos ya poco interesan a quienes originalmente acompañaban o daban su concurso participativo desde los circuitos del Caribe, al menos quedaban las carreras en dicha programación, con lo cual evidentemente solo seríamos más o menos conformistas. Quedan apenas unas dos semanas, pocos días para afinar detalles. Juan Carlos Feijoo, como gerente de medios (promoción o relaciones públicas, decían antes) hace el trabajo y se le agradece. Se vio por allí un buen afiche promocional, aunque me parece no tanto, como el cilantro. No lo vi, por ejemplo, en las tribunas, en especial, la de propietarios aunque los más interesados ya deben estar plenamente informados de lo que viene.


Nota algo preocupante, conforme a lo oído, escuchado en los corrillos. Sí, los premios aumentaron y recibían la correspondiente aceptación. Pero, con la repentina alza del costo de los alimentos fundamentales para mantener como se debe a un purasangre atleta, naturalmente, todo se convierte en sal y agua nada pura. O sea algo así como nadar incansablemente para morir en la orilla. Si notan algo parecido en la cotidianidad o en nuestras supervivencias actuales, nos avisan.  


Uno no puede sorprenderse demasiado cuando se notan cambios notorios en la conducta o comportamiento de los caballos o yeguas, por supuesto en carreras. Algunas veces parecen sobrenaturales, pasean clase y superioridad y, de pronto, de lo peor. Lo vivimos con el esplendoroso Arrogate, de Bob Baffert, el mejor entre los mejores. De pronto no quiso nada en la pista tal lo expresaba Mike Smith. Y nunca más fue el mismo del Travers, la Breeder´s Cup Classic y las demás millonarias. Juan Oleaga se preguntaba qué cosa tan rara en el entrenador Chad Brown, a quien de pronto se le vino abajo el ex prospecto Mask, que impactó en sus dos primeras salidas cuando parecía en ruta hacia el Kentucky Derby. Par de rabadillazos seguidos sin mostrar la clase perdida en un hijo de Tapit, pese a los esfuerzos de Javier Castellano, quien igualmente vio esfumarse toda su chance en aquel New York bred llamado Audible, un calificado Into Mischief que por lo visto se fue a la nada.

Son varios los casos locales en dilatada historia. Una vez eché el cuento de una de mis patadas (recibidas) cuando arrancaba como novel reportero en El Nacional. Pregunté a un reconocido entrenador apenas su caballo se perdía estrepitosamente ¿Qué le pasó a su campeón? Cuando llegue a la cuadra y lo interpele, le digo, lo que me dijo. Fue su respuesta. O algo así. ¿Qué pasó con Reina de Espada? ¿Alguna vez corrió de esa forma, como espantada, tirando a lo loca hacia la baranda exterior? ¿Y por qué esa actuación igualmente contraria a lo que se esperaba, en cuanto a Apistos, que parecía un Justify criollo, en el Derby Nacional? Ni de vaina pregunto más. Hay decenas de ejemplos.


El triunfo no tiene sustituto. Y también pudiera ser otra gran verdad que, o lo mismo el gran caballo, es exitista. O que puede durar poco, a veces.


No entiendo nada sobre los tiempos o cronos oficiales dados a conocer por la referente vía. En todo caso, por otras fuentes, Luna Bonita y My Racing Mate promediaron 1-53 y fracción en los 1.800 metros en los clásicos Gustavo Ávila y Millard Ziadie. Creo por supuesto en el inmejorable Rating de Gaceta Hípica.


Confieso que también voy pegado, ahí, con Instagrand, el formidable potro que entrena Jerry Hollendorfer, invicto en dos tras ganar a su antojo el Best Palm en Del Mar donde la vida (la disfruté un poco) es envidiable, ya fastidiosa la cancioncita. Este hijo de Into Mischief y nieto materno del recordado Lawyer Ron por Langfuhr, hizo un remate para mi sensacional, corriendo por su propia cuenta, sin demanda alguna por parte del jinete. En 1.200 metros (1-10) más o menos y supongo que en largo será mejor aún. Muy temprano, para pensar o hacer cálculos más allá de la Breeders Juvenile aunque, muy probable, lo veríamos de nuevo en el Del Mar Futurity.



En el señalado clásico para potros en esa maravilla de hipódromo, Del Mar, Instagrand confrontaría a Roadster el hijo de Quality Road, no voy a decir señalado en esta sección. Lo fue, en efecto, como lo hicieron casi todos los comunicadores, aquí y de allá, todos impactados por su triunfo previo con facilidad asombrosa. Para Del Mar aquí entre nos, sería un espectáculo el temprano choque entre ese par de prospectos, aunque, no sé, tal vez inconveniente para el futuro de ambos. Se verá. 


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Tanto atrae el hipismo, la emoción de las carreras, los purasangres, que entiendo pero no apruebo del todo la decisión que tomarán algunos buenos amigos. Entre ellos José Antonio Yánez (Stud Genio) y Rafael Rodríguez (disfruta la plenitud de su yegua Vibrata) quienes en sociedad están por encargarse de una caballeriza a todo riesgo y los necesarios gastos, desde luego para llenarla de potros y potrancas por adquirir en las venideras “presentaciones” de septiembre-octubre. San Judas los lleve por buen camino. “Los caballos, viéndolos en desarrollo, ejercitando, ver sus nombres en la Gaceta y disfrutándolos hasta donde nos lo permita la suerte, es algo muy bueno para la felicidad de uno, la familia, los amigos” decía el genio, en la celebración de su cumpleaños. Un gardeliano, por lo visto.


Y, por su parte, Kelvin Álvarez, no solo cumplirá su promesa de llevar a su Hierro Colado hasta Gulfstream Park. “Estoy por ampliar mi caballeriza con otros diez potros y potrancas de primera. Ya lo verá” me dijo. Creo, de mi parte, que tal extensión las hará en los criaderos de sus amigos y muy allegados. De ser así y de existir nuevos hípicos amantes de la más perfecta criatura del reino en el universo…ahora es cuando, para quienes entiendan.



Javier Castellano trató de echarle candela a la estadística de Saratoga pero no pudo ir más allá (muchos retirados y, cuando no llueve, de todos modos truena y todo se empapa) para estrechar el margen que le lleva Irad Ortiz, quien además de bueno y efectivo, parece bañarse en oro. Irad el junior suma 29, Castellano 24, una sobre Luis Sáez. El otro Ortiz 18 y Manuel Franco 17 con Joel Rosario, John Velázquez, Ricardo Santana y el de Barquisimeto, Junior Alvarado, todos latiendo en la cueva. Esta ha sido una temporada dramática para Saratoga que sigue siendo el mejor mitin. Pero, se repite, llueve como nunca y, sin la grama donde ahora manda Chad Brown, cambia todo. De pronto una carrera de 14 voladores en césped, solo participan unos cinco o seis gatos en un barrial. Por ahí vimos un tuit mañanero en el que la bella catira Acacia Courtney, expresaba, más o menos: No puede ser, rain, rain de nuevo. No para nunca.


Hasta hoy, los 10 mejores sementales, el valor del salto y su mayor ganador, son los siguientes:
Candy Ride (Arg) 
$80.000
Gun Runner
Scat Daddy
     murió
Justify
Kitten’s Joy
$60.000
Hawkbill
Into Mischief
$100.000
Audible
Curlin
$150.000
Good Magic
Tapit
$300.000
Unique Belle
Quality Road
$70.000
City Of Light
Flatter
$40.000
West Coast
Malibu Moon
$75.000
Magnun Moon
Medaglia d’Oro 
$250.000
Wonder Gaddot
More Than Ready
$75.000
Catholic Boy
Ghostzapper
$85.000
Runaway Ghost


Observaciones: Candy Ride y Quality Road son del Lane’ s End Farm. Into Mischief y Malibu Moon del Spendthrift. Kitten’s Joy y Medaglia d’Oro, hijos de El Prado, para entonces muy recomendado por el gordo Luis Navas y, de hecho, llegaron unos pocos al país. También el gordo se trajo una hija de Flatter, que se perdió prácticamente, cosa más que lamentable. Flatter y Malibu Moon (lo buscaba mucho el amigo Pepe Iadisernia) son hijos de A.P.Indy, cuya influencia local, es igualmente notoria.



  No va más. Ni que fuera “La Montaña Mágica”.