viernes, 21 de mayo de 2021

Qué Hacemos Aquí en la Web y Algo Más... Mayo 21

 “Nadie dice nunca la última palabra. No podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta”. Raymond Aron.


PARA SU VENTA. Bien inmobiliario, apartamento (Oficina ya instalada o para cualquier otro uso) con las siguientes características: cuatro (4) cubículos, 59,39 M2. Teléfono instalado. En el centro de Caracas, Venezuela. Edificio Saverio Russo frente al Teatro Municipal (Reducto a Municipal). Más Información: Por los teléfonos (Whastsapp 04147560967, 04147591185, 04149036524) o al correo electrónico Oarmao7 @gmail.com .

 


CUENTOS DEL BELMONT STAKES

TEST DE LOS CAMPEONES

(My Way)

 

 

El Belmont Stakes fue nuestra primera carrera clásica vista en Nueva York en vivo y directo gracias a Cañonero. Eran tiempos cuando la llamaban Test de los Campeones, calificativo  que honra a la gran ciudad con un hipismo de los mejores.


Foto tomada: ilovehorses.net

Al sonido del clarín llamando a la batalla de recorrido completo, milla y media alrededor de la pista en esa maravilla de hipódromo, regularmente lo sigue otro clásico:

El New York-New York en voz de Frank Sinatra ¿Quién o quienes no se emocionan?

Aquel día del Cañonero inmortal con Gustavo Ávila el estelar de siempre salía al desfile expectante. Los otros potros entre ellos Jim French en llave con Good Behaving hacían igual cosa como segundos favoritos. Iban con las montas de Ángel Cordero Jr. y Ron Turcotte. También Eddie Belmonte sobre Twist The Axe y Jorge Velásquez arriba de Epic Journey, lo mismo que Jacinto Vásquez en Royal J.D. y el astro francés Jean Cruguet montando al Bold Reason de Ángel Penna. Se unían a las señaladas expectativas mientras la excitación de cientos de venezolanos apilados cerca de la baranda en ese tramo final, promovía un esfuerzo extra por parte de los agentes de seguridad de la pista y alrededores, todos  con órdenes de contener a la exaltada multitud, que aumentaría de seguro si Cañonero ganaba y acudían los extremos.

El trabajo reporteril lo hacíamos desde un palco de prensa gigantesco, con todos los servicios que puedan imaginar, lleno a reventar con periodistas no solo de Nueva York. Cronistas de la hípica internacional estaban allí.

Por años agradecimos a un señor llamado Sam Kanchuger (Jefe de prensa de Nyra) sus atenciones, para ubicarnos en un lugar del Press Box entre tantos profesionales, con lo cual hacíamos nuestro trabajo para el diario El Nacional y Gaceta Hípica. Jóvenes que éramos.

 

Cañonero fue en demanda del primer lugar y lo mantuvo durante buen trecho en la agobiante carrera. Después de la mitad no tenía la ventaja inicial y comenzó a sentir la presión de Jim French. Era absolutamente cierto el problema del casco, producto de una infección que si bien no hizo mella en los días del Preakness se intensificó cuando entrenaba en Nueva York.

Pass Catcher, con Walter Blum, accionaba tercero en las manos y al promediar el último codo alcanzó a los punteros para venirse en franca ganancia en la recta larga y demoledora de campeones.

Muy pocos conocían algo más de lo normal en cuanto a Pass Catcher. Se supo que iba de paso por los predios de Belmont rumbo a una rica carrera en New Jersey. Ignoro si fue cierto un diálogo con un cronista de la zona y un allegado al que sería el imprevisto ganador del Test de los Campeones.

--¿Lo traen para el Belmont?

--¿Contra esa maravilla de potro ganador del Derby y el Preakness a su antojo? Ni en broma…

--Cañonero no anda bien. Muchos insisten en que sufre un problema grave en un casco. Es secreto a voces.

 

Por ahí el cuento. Más que probable el entrenador o propietario tomaron la decisión de aventurar en el Belmont y arrasaron en la carrera. De Pass Catcher nunca más se supo. Walter Blum a quien vimos en Venezuela fue por años amo y señor como Juez de carreras en Hialeah y Calder Race Course cuando Gulfstream Park apenas iba en ascenso.

 

Cañonero no se rendía en el Belmont. Hasta poco antes de la raya mantenía el segundo lugar mientras Pass Catcher se adelantaba.

Cedió el tercero en foto para convertirse en Cañonero IV señaló un famoso periodista local.

Pass Catcher hijo de All Hands y nieto materno de Flaneur II fue como el Cañonero del Derby un ganador de 71 dólares por el primero, 21 por el segundo y casi once dólares a show o tercer lugar. Jim French al fin estaba delante del doble coronado con $3.60 a placé. Tercer puesto para Bold Reason que devolvía $4.80.

El crono de la carrera 2:30 con 4 quintos.

Ese día se estableció récord de asistencia al gigantesco circo de carreras. Más de ochenta mil personas. También se produjeron en ventas de comidas, refrigerios, lo que fuere.

Parecía segura otra triple corona (llegaría en un par de años) tras larga sequía (un cuarto de siglo) desde el inmortal Citation (1945) y el mundo estaba alerta.

La fiesta que preparó don Pedro Baptista se hizo de todos modos. Le escuché decir algo importante. De ganar la carrera ofrecían 5 millones de dólares y un film, no sé si en la cuenta de Hollywood.

--Ahora probablemente darán un millón…

Y lo dieron. Mi amigo Nathan Catalán sirvió de enlace. Robert J. Kleberg pagó buen dinero para el King Ranch de Texas y con sus colores disfrutaría de otro importante triunfo de Cañonero y Ávila en el Stymie Hándicap con récord de pista (arriba de Riva Ridge)

Por otra parte Cañonero con su doble corona y cuarto en el Belmont Stakes 1971 obtenía otro galardón, tres años Outstanding Eclipse Award algo inadvertido para entonces.

Como muchos otros grandes campeones no lo fue en la reproducción. La vida es así.

 

 

El Belmont, en fin, cuyo nombre deviene de August Belmont su creador, financista y promotor desde mediados del siglo 18 cuando el país de la Unión comenzaba el ejercicio de sus libertades. Adquiere relieve y la grandeza imperecedera desde los años treinta, con Gallant Fox, Sir Barton (primer triple coronado sin saberlo hasta entonces) Whirlaway, Count Fleet, Assault, el ya dicho Citation, Gallant Man, entre otros.

Ese decenio de los setenta con Secretariat y sus predecesores, Riva Ridge y Cañonero, para llegarnos hasta Seattle Slew, Affirmed-Alydar, no tiene comparación.

 

AQUELLA VEZ DE AFFIRMED-ALYDAR


 

La bella historia del Belmont Stakes con Affirmed-Alydar la escribí hace años. Por fortuna he visto muchas grandes carreras. En vivo, o sea en el hipódromo, el Belmont unas cuántas veces desde el 1971 señalado en el párrafo inicial de este recuento. El Derby una vez y nunca el Preakness.

 Lázaro Barrera invitó a Edmundo Ruiz para que viera al Affirmed en la escena de un filme maravilloso.

--Te vienes con el periodista (Así me llamaba)

 Vi entonces la carrera inolvidable desde un rincón de la tribuna a unos 200 metros de la raya.

 Primera vez en un clásico de categoría con ambos campeones prometiendo dividendo de 1 a 1 con poco más de un millón de dólares en la molienda taquillera.

 Affirmed tomó la punta arrimado a la baranda por Steve Cauthen. Alydar muy cómodo con Jorge Velásquez cuando promediaban el primer cuarto. De pronto en la curva inició un asalto contra el puntero y se escuchó entonces el estruendo popular. Como un rugido de león.

Affirmed pareció aceptar el reto. No cedió un palmo. Los dos tomaron amplia ventaja sobre el resto de inscritos despegando a cual bombarderos de guerra.

La batalla por el comando, caballos y jinetes en apariencia o fue así, se dejaban llevar por menores impulsos en sus cañones, quizá esperando la recta.

Giraron el codo final y allí estaban con Affirmed en punta sin ventaja clara, cabeza a cabeza, o tal vez medio cuerpo. Velásquez exigía y pegaba al lado sin mengua ni tregua.

La raya llegó o llegaron así palmo a palmo, en la cerrada y larga lucha que les llevó lo menos mil metros. Una dura pelea.

Affirmed había ganado alcanzando la triple corona y una inmortalidad que poco después llevaba a mi amigo Lázaro Barrera al quirófano para operación de corazón abierto con garantía de unos 10 años extras de honorable vida.



Tampoco olvidamos la celebración en un restaurante campestre cerca de Belmont. Una mesa de largo alcance para tranquila ceremonia que me indujo otros temas para escribir, entre ellos una frase de doña Alida Hernández de Ruiz, cuando dijo de Steve Cauthen.

--¡Pero si es un bebé!

“Un niño y su caballo” a 8 columnas y página entera en el periódico que dirigía (deportes) Heberto Castro Pimentel.



Como muchos saben Edmundo Ruiz y Lázaro Barrera, cuatro o cinco veces seguidas Eclipse Award, eran inseparables. Edmundo lo hizo efectivo entrenador en sus inicios con selección de caballos, pedigree y tipos de carrera, velocistas o rematadores, dónde inscribir, por ejemplo. Ruiz un handicaper el mejor, Lázaro un médico en entrenamiento y cuido de purasangres llegado a EE.UU desde Cuba.

 Duermen la eternidad desde hace unos cuántos años con la solvencia moral que no todos pueden exhibir en el credo del Dios Padre de los hombres buenos, con hechos para los más emotivos recuerdos de familiares, amigos, allegados y los aficionados a este deporte-espectáculo que cuenta con millones de seguidores en la tierra y los cielos, creo en plena convicción.

 

LA CARRERA EL SÁBADO 5 DE JUNIO

 

Solo por problemas extraños al hipismo los grandes clásicos pueden tener alteraciones. El Belmont tiene su fecha fija, el primer sábado de junio, igual como la tienen el Derby o Carrera de las Rosas en Kentucky y, el Preakness, sin que haga falta resaltar que se trata de la Triple Corona.

El 5 de junio es día del Belmont que encabezarán entre otros los que fueron favoritos en el Derby.

Essential Quality el campeón del Godolphin,  Rock Your World, Hot Rod Charlie, Midnight Bourbon, Known Agenda y el imprevisto ganador (y fácil, de paso) del Preakness, Rombauer.

 No irá Medina Spirit el ganador del Derby que será descalificado (es lo que aseguran) Favorito en el Preakness se batió hasta donde pudo en velocidad, y hasta ahí. Tendrá un futuro hasta ahora incierto cuando apenas estaremos cerrando el primer semestre.

 Si Rock Your World partía bien en esa mala hora del Kentucky y los otros velocistas no tenían sus problemas como en toda carrera sujeta a los más variados imponderables, a lo mejor cantaba un gallo diferente. Ustedes tal vez conocen mejor de qué cosas son capaces los espíritus. No creo en brujas ni aparecidos. No obstante hay evidencias. De allí el dicho.

De que vuelan, vuelan.    

martes, 11 de mayo de 2021

Qué Hacemos Aquí en la Web y Algo Más... Mayo 11

 

“Nadie dice nunca la última palabra. No podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta”. Raymond Aron.







PARA SU VENTA. Bien inmobiliario, apartamento (Oficina ya instalada o para cualquier otro uso) con las siguientes características: cuatro (4) cubículos, 59,39 M2. Teléfono instalado. En el centro de Caracas, Venezuela. Edificio Saverio Russo frente al Teatro Municipal (Reducto a Municipal). Más Información: Por los teléfonos (Whastsapp 04147560967, 04147591185.


EL PREAKNESS

El sábado 15 de mayo una vez más disfrutaremos el Preakness Stakes Dios mediante. Con relación a las Rosas de Kentucky se notan diferencias salvo que ahora Medina Spirit saldrá favorito. A nadie sorprende.




Igual nos referimos a Cañonero con motivo del cincuentenario. Aquella vez fue una carrera deslumbrante con emociones imborrables. No puedo ignorar remembranzas dado que para entonces la afición criolla estaba pendiente de cada detalle, todo lo que hacía Cañonero paseado en los senderos por su peón Juan Quintero y Juan Arias objeto de la atención periodística a cada instante.

Cómo era posible que un potro regalado en las ventas, ignorado en casi todo y, de pronto ese Cañonero hacía que el mundo conociera algo más de un país llamado Venezuela con un hipódromo de nombre La Rinconada.   

Hubo dos transmisiones para la radio y la televisión. Virgilio Decán, Aly Khan, y José Eduardo Mendoza, Miralejos.

De nuevo Cañonero sorprendía con su acción opuesta a lo que hizo en Churchill Downs, una mala partida o Gustavo Ávila lo dejaba entre los últimos y, en carrera, iba avanzando por fuera, paulatinamente hasta cercanías del codo final cuando su criador y  vendedor por una bagatela lo vio ganador, como la mayoría.

En el Preaknes un velocista llamado Easter Fleet se fue en punta con parciales duros. Parecía correr a placer conducido por Eddie Maple. Ávila percibió el peligro y puso temprano a Cañonero en demanda del puntero. Se le encimó a Easter Fleet y, lo demás archiconocido.

--¡Cañonero ganando! Decía el emocionado narrador a unos doscientos, quizá menos del final.

Cañonero desplazó con cierta comodidad y, de Easter Fleet, nunca más se supo.

En cambio Cañonero subía a su trono inmortal con características tan especiales que nadie ignoraba. Se diría que muy pocos hípicos del mundo habían visto cosa semejante y de tanto agrado al igual que  sorprendente. Ya estaba en el umbral de una hazaña con precedentes lejanos, aquella de Citation otro inmortal que muy poco les decía a las juventudes de su tiempo.

Cañonero era más que un atleta equino surgido de la nada. De pronto convertido en el Príncipe de las Pistas Americanas, eran repetidos titulares con pocas diferencias tanto en la prensa de Estados Unidos como en todo el mundo terrenal de los purasangres.

Los homenajes en Venezuela, incluyendo el oficial por parte del Congreso de la República se habían realizado, en fin, teníamos a un caballo embajador de los buenos y sus artífices, el propietario don Pedro Baptista, el jinete, entrenador, el peón, veterinario, todos conformaban un equipo de héroes como nunca se había visto.


Note:
Fresh out of the U.S. Army, Maryland Jockey Club track photographer Jim McCue joined the team in 1970 making Canonero II’s 1971 Preakness Stakes win his first Preakness as a photographer. This year will be McCue’s 49th year shooting the Preakness Stakes. (photo by Jim McCue)

Cañonero por otra parte cubría la milla y 1/16  de ese Preakness 1971 (aproximadamente 1.900 metros) en récord de un minuto con 54 segundos de manera que borraba toda duda de su calidad pistera, si es que existía alguna en mentes citadinas o del planeta.

Luego vino la fiesta. De ella nos contaron algunos que fueron estudiantes en la época por allí en el estado de Maryland, ciudad de Baltilmore sede de los Orioles y Pimlico Race Track. La convocatoria para alzar las copas fue espontánea, sin invitaciones y, quienes pudieron, en consecuencia celebraron seguramente como aquella escuela griega que nos enseñaron en la secundaria. En eso don Pedro era proverbial con amigos y allegados, me cuentan.


El Preakness, cuyo nombre he leído que deviene de una voz indígena sin estar muy convencido, inauguró en 1873 aunque para nuestro gusto adquirió renombre con su ganador Man O War en año 19 del siglo pasado. Y se inscribió como segundo tramo de la Triple Corona al comprobarse que un año antes uno llamado Sir Barton también había sido ganador  del Derby y el Belmont. Gallant Fox igual ganaba esos test de carreras en 1930, después Omaha en el 35 y así, se establecía dicha trilogía como hazañas difíciles de alcanzar por un campeón de las pistas de apenas tres años, en  lapso de un mes y medio o seis semanas aproximadamente. Fueron escogidos como escalones de la llamada Triple Corona.

Siguió War Admiral al que vimos en el famoso duelo con Seabiscuit, el más bello film 2003 sobre hipismo y caballos, para mi gusto y el de muchos, supongo.

 

Después de Cañonero ese decenio de los setenta produjo caballos asombrosos comenzando por Secretariat 1973, luego Seattle Slew (1977) Affirmed sobre Alydar (1978) y uno más que solo pudo medio encaminarse a la gloria de nombre Spectacular Bid.

Y desde entonces, larga sequía hasta la llegada de American Pharoah (2015) y Justify (2018) ambos de Bob Baffert sin ignorar que el famoso entrenador de estos gloriosos tiempos tuvo en sus manos a extraordinarios ganadores de la carrera (Preakness) desde el excelente gris Silver Charm (1997) Real Quite (1998) Point Given (2001) War Emblem (2002) y Lookin At Lucky (2010)

Además de Gustavo Ávila el Preakness tiene entre sus ganadores a Javier José Castellano, cuatro veces Eclipse Award, Salón de la Fama y segundo mayor productor solo superado por el astro boricua John Velázquez.

Javier Castellano, en la arena de la lucha cinco años menos que Velázquez, ganó el Preakness (2006) con Bernardini y en 2017 sobre Cloud Computing entrenado por Chad Brown para la Cuadra Klaravick una de las efectivas en estos años.



El Preakness 2021 tendrá expectativas normales, nunca más allá de la posibilidad de que Medina Spirit repita victorioso y llegue al Belmont Stakes de milla y media con nuevas aspiraciones.

           Foto: MArck Midland

Bob Baffert inscribió a Concert Tour para complacer al propietario, trascendió en los medios. Muy natural. No fue demasiado buena su carrera en el Arkansas, tercero con dificultades en el tramo final, aunque Medina Spirit solo había convencido un poquito demasiado en su actuación previa al Derby.

Si los rivales de Medina Spirit y Concert Tour (unos diez posibles hasta el cierre de estas notas) entre ellos Midnight Bourbon (Tiznow) o el Crowded Trade (More Than Ready) de Chad Brown y Javier Castellano complican las posibilidades de los favoritos, es más, si ganan la carrera lo que no puede en modo alguno descartarse, sería como aquella vieja promoción…

¡Un Secreto Bien Guardado!

EL FIN DE LA ESPECIE

 

Había aplazado estas notas que tal vez llegarán a los lectores amigos y diletantes (si cabe la expresión más aplicable a la buena música) del buen hipismo.

Cierro con opinión desde luego muy particular. Medina Spirit ganó el Derby por un poco más de suerte que por clase. Si Rock Your World tenía  buena partida con severo golpe que le impidió asumir la vanguardia o el tren de carrera, el Medina con todo y el ungüento sanador (o volador, según otras observaciones) la hubiere tenido menos fácil, aparte de que otros sprinters igual no pelearon ni se vieron.

El Preakness del sábado no será de los mejores, ni bueno ni malo, tirando al discreto encanto de la burguesía (de Wilde) que no la tiene Baffert injustamente satanizado.

Creo en una verdad sola (a mi manera) que puede ser subjetiva como en todo. Y en verdad, nadie la tiene, en lo absoluto.

Sean todos felices y en paz con la conciencia. Alguna vez sostuve al cierre de un reportaje que debe tener medio siglo. No crecimos en el andar de los caminos del poeta para guerrear pelear o negar. Pudiera ser que este sea el cierre de mis notas como progresivamente lo hago en el tuiter de pronto convertido en hervidero de maledicencias, contradicciones y, para colmo, con horrendas fallas no solo en ortografía. También en ofensas, faltas a la moral y luces que en el transcurrir de los siglos parecieran ser de nuestras primeras necesidades.  

domingo, 2 de mayo de 2021

Qué Hacemos Aquí en la Web y Algo Más... Mayo 2

 “Nadie dice nunca la última palabra.  No podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta”. Raymond Aron.

PRESENTA


PARA SU VENTA. Bien inmobiliario, apartamento (Oficina ya instalada o para cualquier otro uso) con las siguientes características: cuatro (4) cubículos, 59,39 M2. Teléfono instalado. En el centro de Caracas, Venezuela. Edificio Saverio Russo frente al Teatro Municipal (Reducto a Municipal). Más Información: Por los teléfonos (Whastsapp 04149036524,  04147591185.




CAÑONAZO DE MEDINA SPIRIT EN 147 KENTUCKY DERBY

 

 

 Video tomado de: https://www.horseracingnation.com/horse/Medina_Spirit

Medina Spirit en nada se parecía al supuestamente  mejor para la famosa carrera en Kentucky, el Derby, allí en la tierra donde el purasangre es Rey. El potro criado en Florida, entrenado por Bob Baffert y conducido por Johnny Velázquez sorpresivamente se mantuvo en punta desde la partida hasta la meta triunfal.

 Photo: Horse Racing Nation

Como todo Derby pero este de 2021 en especial, primero de mayo en el cincuentenario de la hazaña de Cañonero, hizo de esos expectantes y más famosos dos minutos de emociones otra leyenda adicional inolvidable.

Medina Spirit, que apenas fue segundo de Rock Your World más veloz que él en el Santa Anita Derby, promovió una escena distinta como suele ocurrir en todas esas grandes carreras sujetas a los imponderables o secretos que como tales son difíciles de entender. Es así el apasionante mundo del hipismo.  



Fue el séptimo Derby para Bob Baffert todo un suceso glorioso y quizá inalcanzable hasta el fin de los días. Su rica historia comenzó con aquel extraordinario moro llamado Silver Charm. Al año siguiente repetía con Real Quite y para entonces todos vimos como un grupo de allegados al brillante profesional, le hacían públicas reverencias imitando el clásico estilo de los súbditos ante un monarca. Más que merecidas.

Silver Charm y Real Quite estuvieron en el umbral de una esquiva triple corona. Que le llegó al entrenador por supuesto en el Salón de los Inmortales con sede en Saratoga, mediante Justify y American Pharoap.



John Velázquez por su parte arribó al cuarto Derby. Por ahí en unas declaraciones habría dicho que a él le costaba asimilar la hazaña.

Los otros los consiguió con Animal Kingdom (2011) Always Dreaming (2017) y Authentic (2020) de modo que suma dos en fila, tal como lo hizo el canadiense Ron Tourcote con Riva Ridge (1972) y el triple coronado Secretariat (1973) un cuarto de siglo luego de Citation. Para recordar lo cerca que estuvo Cañonero (1971) par de años atrás.

Fácil notar que John Velázquez natural de Carolina, allí en la Borinquen bella, fue un súper estelar cuando su colega y astro de los tiempos, Ángel Cordero junior, le servía de agente. Desde el decenio de los noventa. Su primer Eclipse Award llegó en 1995 y la estadística de 1998 en Saratoga. Su carrera 3.000 en el 2005 y hoy es líder por mucho en producción en los Estados Unidos con más de seis mil triunfos.



Por cumplir sus primeros cincuenta en noviembre y ahora es cuando.

¿Al menos por ahora tendrán ellos, Baffert y Velázquez, llave de oro que abre puertas hacia las mayores glorias? Al parecer. De parte nuestra cordiales felicitaciones por tan merecidos éxitos.


Medina Spirit pues corrió su Derby en los siguientes parciales: 23 el primer cuarto. Media milla en 47-3. Los tres cuartos o 1.200 metros en 1:11 un quinto. Milla en 1:36 y global de 2 minutos con un segundo luego de rematar en 25 el cuarto final. Buen crono.

El Medina Spirit criado por Gail Rice en Ocala y propiedad del Zedan Racing Stable es hijo de Protonico en Mongolian Changa por Brilliant Speed. Papel que se diría escasamente promocionando, de regular tirando hacia bueno luego del éxito o al menos extraño.

Protonico (Giant´s Causeway y nieto de A.P.Indy) sin acento dado que es inglés no está en servicio, o sea, retirado. Ganó 6 carreras, de ellas dos grado tres y un grado dos, el Alysheba entrenado por Tod Pletcher.

La madre Mongolian Changa es por Brilliant Speed y nieta de Unbridled. Es joven, 7 años y (otra vez) dado el éxito seguirá activa.

Medina Spirit salió 15 a uno en el morning line. Cerró en 12 por uno y pagó sobre los 26 dólares, 12 a placé y más de por el tercero algo más que bueno tratándose de la cuadra de Baffert como ahora todo el mundo sabe.

Viene el Preakness en pocos días. Con la candela encendida, se verá si la apagan ¿Lo creen? 

Mandaloun del prestigioso Juddmonte que estaba ahí como quien no quiere la cosa fue segundo a medio cuerpo. Hod Rod Charlie tercero nada lejos con el inspirado Flavien Prat. Igualmente no despegado el moro Essential Quality el favorito del Godolphin a cuerpo y medio del ganador. Dio y le dieron, con Luis Sáez tratando de dar lo mejor, si valen excusas.

Y del resto, O Besos que siempre dará para hablar. Se jugó 40 a uno vale.

Esta historia continuará, escuchábamos cuando joven.

Se vio buena parte de público alrededor del paddock inmenso y lleno
de historia en eso que hemos llamado el Templo del Hipismo por su Derby de las Rosas. Se supone gentes muy allegadas a los caballos. Tarde de grandes premios como ocurre normalmente en 
el gran día que da oficio a la llegada de la Primavera, otra vez fuera 
de lo normal y van dos, que no sean tres, Dios y La Virgen mediantes.