La
Gala Hípica de Caracas tendrá en este 2018 siete clásicos o carreras selectivas,
con la adición de las ya tradicionales Iniciación Juan Arias y Julián Abdala. Insisto en que se trata de lo mejor de
nuestra programación no solo por los premios que deberían ser todavía más
elevados, lucha constante que de ninguna manera se debe abandonar. Nos decían
que, si bien los clásicos ya poco interesan a quienes originalmente acompañaban
o daban su concurso participativo desde los circuitos del Caribe, al menos
quedaban las carreras en dicha programación, con lo cual evidentemente solo
seríamos más o menos conformistas. Quedan apenas unas dos semanas, pocos días
para afinar detalles. Juan Carlos Feijoo, como gerente de medios (promoción o
relaciones públicas, decían antes) hace el trabajo y se le agradece. Se vio por
allí un buen afiche promocional, aunque me parece no tanto, como el cilantro.
No lo vi, por ejemplo, en las tribunas, en especial, la de propietarios aunque
los más interesados ya deben estar plenamente informados de lo que viene.
Nota
algo preocupante, conforme a lo oído, escuchado en los corrillos. Sí, los
premios aumentaron y recibían la correspondiente aceptación. Pero, con la
repentina alza del costo de los alimentos fundamentales para mantener como se
debe a un purasangre atleta, naturalmente, todo se convierte en sal y agua nada
pura. O sea algo así como nadar incansablemente para morir en la orilla. Si
notan algo parecido en la cotidianidad o en nuestras supervivencias actuales,
nos avisan.
Uno no puede
sorprenderse demasiado cuando se notan cambios notorios en la conducta o
comportamiento de los caballos o yeguas, por supuesto en carreras. Algunas
veces parecen sobrenaturales, pasean clase y superioridad y, de pronto, de lo
peor. Lo vivimos con el esplendoroso Arrogate,
de Bob Baffert, el mejor entre los mejores. De pronto no quiso nada en la
pista tal lo expresaba Mike Smith. Y
nunca más fue el mismo del Travers, la
Breeder´s Cup Classic y las demás millonarias. Juan Oleaga se preguntaba qué cosa tan rara en el entrenador Chad Brown, a quien de pronto se le
vino abajo el ex prospecto Mask, que
impactó en sus dos primeras salidas cuando parecía en ruta hacia el Kentucky
Derby. Par de rabadillazos seguidos sin mostrar la clase perdida en un hijo de Tapit, pese a los esfuerzos de Javier Castellano, quien igualmente vio
esfumarse toda su chance en aquel New York bred llamado Audible, un calificado Into
Mischief que por lo visto se fue a la nada.
Son
varios los casos locales en dilatada historia. Una vez eché el cuento de una de
mis patadas (recibidas) cuando arrancaba como novel reportero en El Nacional.
Pregunté a un reconocido entrenador apenas su caballo se perdía estrepitosamente
¿Qué le pasó a su campeón? Cuando llegue a la cuadra y lo interpele, le digo,
lo que me dijo. Fue su respuesta. O algo así. ¿Qué pasó con Reina de Espada?
¿Alguna vez corrió de esa forma, como espantada, tirando a lo loca hacia la
baranda exterior? ¿Y por qué esa actuación igualmente contraria a lo que se
esperaba, en cuanto a Apistos, que parecía un Justify criollo, en el Derby
Nacional? Ni de vaina pregunto más. Hay decenas de ejemplos.
El triunfo no tiene
sustituto. Y también pudiera ser otra gran verdad que, o lo mismo el gran
caballo, es exitista. O que puede durar poco, a veces.
No
entiendo nada sobre los tiempos o cronos oficiales dados a conocer por la
referente vía. En todo caso, por otras fuentes, Luna Bonita y My Racing Mate
promediaron 1-53 y fracción en los 1.800 metros en los clásicos Gustavo Ávila y
Millard Ziadie. Creo por supuesto en el inmejorable Rating de Gaceta Hípica.
Confieso que también
voy pegado, ahí, con Instagrand, el
formidable potro que entrena Jerry
Hollendorfer, invicto en dos tras ganar a su antojo el Best Palm en Del Mar donde la vida (la disfruté un poco) es envidiable,
ya fastidiosa la cancioncita. Este hijo de Into
Mischief y nieto materno del recordado Lawyer
Ron por Langfuhr, hizo un remate
para mi sensacional, corriendo por su propia cuenta, sin demanda alguna por
parte del jinete. En 1.200 metros (1-10) más o menos y supongo que en largo
será mejor aún. Muy temprano, para pensar o hacer cálculos más allá de la Breeders Juvenile aunque, muy probable,
lo veríamos de nuevo en el Del Mar
Futurity.
En
el señalado clásico para potros en esa maravilla de hipódromo, Del Mar,
Instagrand confrontaría a Roadster el hijo de Quality Road, no voy a decir
señalado en esta sección. Lo fue, en efecto, como lo hicieron casi todos los
comunicadores, aquí y de allá, todos impactados por su triunfo previo con
facilidad asombrosa. Para Del Mar aquí entre nos, sería un espectáculo el
temprano choque entre ese par de prospectos, aunque, no sé, tal vez
inconveniente para el futuro de ambos. Se verá.
Publicidad. Para su venta, bien inmobiliario, apartamento (Oficina ya instalada o para cualesquier otro uso que deseen) con las siguientes características: cuatro (4) cubículos, 59,39 M2. en el centro de Caracas, frente al Teatro Municipal (Reducto a Municipal) Teléfono instalado, baño y demás enseres. Más información, por el teléfonos 0414-3012368.
|
Tanto atrae el
hipismo, la emoción de las carreras, los purasangres, que entiendo pero no
apruebo del todo la decisión que tomarán algunos buenos amigos. Entre ellos José Antonio Yánez (Stud Genio) y Rafael
Rodríguez (disfruta la plenitud de su yegua Vibrata) quienes en sociedad
están por encargarse de una caballeriza a todo riesgo y los necesarios gastos,
desde luego para llenarla de potros y potrancas por adquirir en las venideras “presentaciones”
de septiembre-octubre. San Judas los lleve por buen camino. “Los caballos,
viéndolos en desarrollo, ejercitando, ver sus nombres en la Gaceta y
disfrutándolos hasta donde nos lo permita la suerte, es algo muy bueno para la
felicidad de uno, la familia, los amigos” decía el genio, en la celebración de
su cumpleaños. Un gardeliano, por lo visto.
Y,
por su parte, Kelvin Álvarez, no solo cumplirá su promesa de llevar a su Hierro
Colado hasta Gulfstream Park. “Estoy por ampliar mi caballeriza con otros diez
potros y potrancas de primera. Ya lo verá” me dijo. Creo, de mi parte, que tal
extensión las hará en los criaderos de sus amigos y muy allegados. De ser así y
de existir nuevos hípicos amantes de la más perfecta criatura del reino en el
universo…ahora es cuando, para quienes entiendan.
Javier
Castellano trató de echarle candela a la estadística de Saratoga pero no pudo ir más allá
(muchos retirados y, cuando no llueve, de todos modos truena y todo se empapa)
para estrechar el margen que le lleva Irad
Ortiz, quien además de bueno y efectivo, parece bañarse en oro. Irad el junior suma 29, Castellano 24, una sobre Luis Sáez. El otro Ortiz 18 y Manuel Franco 17 con Joel Rosario, John Velázquez, Ricardo Santana y el de Barquisimeto,
Junior Alvarado, todos latiendo en la cueva. Esta ha sido una temporada
dramática para Saratoga que sigue
siendo el mejor mitin. Pero, se repite, llueve como nunca y, sin la grama donde
ahora manda Chad Brown, cambia todo.
De pronto una carrera de 14 voladores en césped, solo participan unos cinco o
seis gatos en un barrial. Por ahí vimos un tuit mañanero en el que la bella
catira Acacia Courtney, expresaba,
más o menos: No puede ser, rain, rain de nuevo. No para nunca.
Hasta hoy,
los 10 mejores sementales, el valor del salto y su mayor ganador, son los
siguientes:
|
||
Candy Ride
(Arg)
|
$80.000
|
Gun Runner
|
Scat Daddy
|
murió
|
Justify
|
Kitten’s Joy
|
$60.000
|
Hawkbill
|
Into
Mischief
|
$100.000
|
Audible
|
Curlin
|
$150.000
|
Good Magic
|
Tapit
|
$300.000
|
Unique Belle
|
Quality Road
|
$70.000
|
City Of
Light
|
Flatter
|
$40.000
|
West Coast
|
Malibu Moon
|
$75.000
|
Magnun Moon
|
Medaglia d’Oro
|
$250.000
|
Wonder
Gaddot
|
More Than
Ready
|
$75.000
|
Catholic Boy
|
Ghostzapper
|
$85.000
|
Runaway
Ghost
|
Observaciones:
Candy Ride y Quality Road son del Lane’ s
End Farm. Into Mischief y Malibu Moon del Spendthrift. Kitten’s Joy y Medaglia
d’Oro, hijos de El Prado, para entonces muy recomendado por el gordo Luis Navas
y, de hecho, llegaron unos pocos al país. También el gordo se trajo una hija de
Flatter, que se perdió prácticamente, cosa más que lamentable. Flatter y Malibu
Moon (lo buscaba mucho el amigo Pepe Iadisernia) son hijos de A.P.Indy, cuya
influencia local, es igualmente notoria.
No va
más. Ni que fuera “La Montaña Mágica”.