miércoles, 14 de noviembre de 2018

QUÉ HACEMOS EN LA WEB Y ALGO MÁS...14 DE SEPTIEMBRE


Nadie dice nunca la última palabra. No podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta. Raymond Aron.

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EL BARQUERO.


Avenida Luis Roche, esquina con 5ª. Transversal Pasando la Plaza Altamira. Caracas- Venezuela.
Embajada de los Mares en Caracas

Por tradición y excelencia en atención le consta a su distinguida clientela, es el mejor en comida internacional. Los amigos, muchos de ellos gente buena del hipismo, recomiendan sus maravillas, típicas especialidades por las que usted puede preguntar. La disfrutará a placer, seguro que sí, se puede jurar.
EL BARQUERO.  Donde todas las horas son felices. En su barra encantadora. En el servicio a la mesa con citadinos y gente muy especial. ¡Pruebe esas delicias de la mejor cocina!
Pase una tarde esplendorosa. Una bella noche. Hágase ese buen regalo. Los esperamos.


“Nosotros teníamos pocas esperanzas de ganar porque el caballo era muy delicado, incluso sus trabajos matinales no fueron buenos. Yo no conocía la cancha (Hipódromo El Comandante”. El caballo partía del uno y tuvo una mala arrancada, se asustó con el Juez de Salida, pero poco a poco se fue recuperando. Para mí fue una sorpresa ganar la carrera, porque yo creía que mi caballo no alcanzaría a El Rebelde. Victoreado era muy noble, yo nunca lo fustigaba, yo fui un jinete que me gustaba ganar a puro braceo. Para mí fue bastante emotivo ganar el primer Clásico del Caribe, considerado uno de los grandes triunfos de Venezuela”
Gustavo Ávila.

En entrevista concedida al colega Jorge Colón Delgado de San Juan, Puerto Rico, para su libro “Historia del Clásico del Caribe”


Dicha historia está hecha desde la inauguración del Clásico en 1966, San Juan, en un hipódromo (tampoco lo conocimos) llamado El Comandante, pasando por El Nuevo Comandante y, finalmente Camarero por lo que se refiere a Puerto Rico. Honores para un caballo que hizo historia en San Juan. Dicho hipódromo está ubicado en una bella zona relativamente alejada de la ciudad sin otros ruidos que el de los caballos, rodeada de pequeñas colinas y cierto inalienable verdor tropical.

Siguiendo con Victoreado y el arranque de la historia que ahora se hace en el Gulfstream Park del Grupo Empresarial manejado por Frank Stronach:
¿Quién no recuerda la narración de Aly Khan, su emocionada voz (el mejor de América) ligeramente enturbiada por la liga en alto parlante del “Tuqueque” Requena?
¡Victoreado! ¡Victoreado! ¡Victoreado!...

Ángel Cordero, el mejor jinete boricua y del mundo en su momento, hasta que se demuestre lo contrario, nunca pudo estar sobre un ganador del Clásico del Caribe. Esa tarde venía floreando y revoloteando su látigo arriba de El Rebelde arrimado a la baranda, mientras Victoreado arremetía por línea dos o tres, hasta rebasar en estupenda faena triunfal.

Domingo Noguera Mora, inolvidable amigo, había hecho todo para que el valioso criollo hijo de Viviani mi primer y quizá único ídolo cuando la juventud, divino tesoro (Rubén Darío), llegara a la carrera, lo mejor posible. Me contaron que hacía un calor terrible. Mientras corrían los minutos preliminares y el acostumbrado paseo en el paddock, previo a la orden de montar, todos sudaban, pero ninguno como Victoreado, empapado, a chorros, lo cual presumía que el campeón no andaba bien. No era solo sudor, sino consecuencia de un grande, prolongado y refrescante baño de agua ligeramente fría. De modo que en la salida hacia el aparato, los empapados eran los otros y, entre tanto, Victoreado desfilaba feliz, rumbo hacia el punto de partida, sequito y fresco e’ parcha.



¿Ayudó eso? Tal vez sí, o no, pero en todo caso el ingenio de Noguera como se demostró muchas veces en su andar por los hipódromos, siempre dejaba algo interesante o, al menos, de qué hablar, dicho en criollo. La recordada Vélika, también hija de Viviani y entrenada por Ademar Piñango, fue tercera, conducida por Rogelio Cortez, llamado el “mandamás”.  Años más tarde sobre tal calificativo hacían chanzas, preguntando a la gente, más o menos: ¿Quién crees tiene más poder mandando? ¿Rogelio o el presidente del hipódromo…? Fue famoso, enérgico y las más de las veces, eficiente.


Viviani hizo además hermosa historia en El Paraíso, por lo regular montado por don Juan Araya. Hijo del inglés The Yuvaraj, la influencia de Fairway, Phalaris, en Argentina.

El formidable The Yuvaraj dio entre otros, para Venezuela, exponentes de lo que era un espectáculo de primera. El Tamao y Tronado, no sé si otros. Qué cosa más grande.

Otro detalle sobre ese primer Caribe en San Juan ligeramente ignorado. Participaron en la carrera además de Gustavo Ávila y Ángel Cordero, otros látigos estelares. Eddie Belmonte sobre Pomar y Laffit Pincay Jr en la conducción de la potranca Bibi. Tradicionalmente las ediciones del Caribe siempre contaron con grandes profesionales, como ocurrirá este año en la nueva historia que se escribe en el Gulfstream Park del Grupo Stronach, que igualmente regenta Santa Anita Park y Laurel Park entre otros.



Luego el Caribe tuvo La Rinconada como escenario, dado lo cual, el lleno fue tan impresionante como el día inaugural aquel 5 de julio. Ni qué más, hablar de la manera como el mexicano El Comanche con Rubén Contreras rebasaba sobre la meta a Poligreat de Balsamino Moreira y el entrenador Arturo Muñoz.

El veloz Toronado marcó el tren de carrera en los primeros tramos. Poligreat, que lucía ganador, asumía el comando desde la entrada de la recta. El final, bello y por supuesto intenso en cuanto al drama de una derrota imprevista.





EL HURACÁN EN PUERTO RICO

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Diez años después del éxito de Victoreado no conseguíamos otro sin sustituto en los Internacionales, si bien, con lucimiento en unas cuantas ocasiones similares a lo narrado en cuanto a Poligreat. Ni qué decir de la guapeza de aquel caballo llamado Don Luis, que perdía una increíble.

Se esperaba más de Arturo B aquella vez de Huracán Sí, de nuevo en San Juan. México se presentaba con uno de sus mejores, un expectante potro, Rionda, cedido al aprendiz del año en los Estados Unidos, Steve Cauthen quien andaba en pos de un récord arriba de los seis millones de dólares en producción.

La carrera se definió en una llegada realmente sensacional. Huracán Sí vino veloz como el viento en el extremo de afuera y coronó en faena triunfal con Argenis Rosillo y preparación de Juan Eugenio Vidal.

El doctor Luis Alfredo Wadsquier (Stud Balbicó) de una familia muy apreciada especialmente entre los hípicos valencianos, aún celebra. Es que los grandes triunfos, amigos míos, no tienen sustitutos.

No se sabe si, Steve Cauthen, al siguiente año ganador de la triple corona de EE.UU. con Affirmed arriba de Alydar, logró el récord de ganancias con un tercer lugar detrás de Huracán Sí y Manos Arriba, representante de Panamá.

Huracán Sí, hijo de Brissenden, un inglés por Matador (GB) en Otra (GB) por Sayajirao, también inglés por Nearco.  La madre, Signoria, línea clásica chilena que arranca con el famoso británico Full Sail (Fairway-Phalaris) Genial cruce (uno de muchos) de don Rafael Branger en su Haras La Quebrada.   Full Sail, por cierto, padre de uno de los grandes de la historia, El Paraíso. Caimán (Full Sail en Ramilla) de enorme clase, idolatrado por los públicos de la época. No me consta. Pero ese vencedor entre otros de uno de los más sobresalientes de entonces, Hypocrite, era muchas veces coreado desde las tribunas, gritos al unísono:
¡Caimán! ¡Caimán! ¡Caimán! ¡Caimán!


EL RAYO LASER SOBRE GALLARDETE 


video
Con Rayo Laser ganador sobre Gallardete tras otra espera de diez años sin ver luz, pasó algo similar al caso Victoreado. Tras el viaje en silencio, algunos se preguntaban qué pretendía Noguera Mora con un caballo que sufría lesiones crónicas (periostitis deformante, me confesó Domingo)

Pasan esas cosas. De Rayo Laser, colegas amigos, y bien entendidos sobre lo que acontece a diario en la cancha (lo correcto es la pista, que es para carreras, como las de automovilismo, o atletismo, pero prefieren referirse a cancha, supuestamente así les da, cancha) decían que sí corría sería un milagro. La mañana de aquel domingo en entrevista para Amanecer Hípico de Héctor Alonzo, claramente despejé dudas (en Caracas rumoreaban que sería retirado) con un pronóstico inolvidable. Llegaremos primero y segundo, dije.

Mi distinguida, apreciada y admirada Peggy Azqueta vio ganar a Gallardete (el ángulo, visión errada, desde extremo derecho de la tribuna) y entonces, decía con cierta amargura:
Van dos…

Recordaba con tristeza, el distanciamiento de Gallardete en el Simón Bolívar, cuando el ganador legal derivó en Aragonero.
Ocurrió igual con el público lanzado a la pista para traerse a Gallardete y, sobre él, Douglas Valiente, quien insistía:
 No gané, no gané. Perdimos en foto, decía.

Al fin soltaron a Gallardete para correr detrás de Rayo Laser y Rafael Torrealba.

Valiente de pronto se encontraría sin ayuda para bajar del caballo, íngrimo y solo.



Con este adelanto se debe señalar que, estamos en preparación (tal la nota editorial gacetera) para la Serie Hípica del Caribe que entra en cuenta regresiva.

Esta historia, con sus anécdotas, sucesos noticiosos, algunos incluso dolorosos, son muchos, variados. Tal vez daríamos cuenta de otros en futuras ediciones, si Dios quiere.

Hemos perdido dos de nuestros mejores representantes. La campeona Rosalba María la hija de Uncle Mo, en cuanto al Dama del Caribe, y el veterano campeón Jorge Zeta, inscrito en el Confraternidad. Ya habíamos advertido que estaría a punto de avanzar a su inevitable entrega en la cría.

Hernán Viloria finalmente anunciaba que Black Widow y Apistos llegaban sin problemas al hipódromo. En breve iniciarían sus ejercicios en firme.

Dios es grande.



Tengo entendido que Bob Baffert defiende a su Justify en carrera por el Eclipse Award, Caballo del Año, con suficientes razones. La de mayor peso, su estreno en febrero y el cierre invicto pasando desde luego por el Kentucky Derby con suprema autoridad. Anteriores triple coronados, (igualmente en la historia como ganadores del máximo premio anual) Secretariat, Seattle Slew, Affirmed y American Pharoah, perdieron alguna vez, por otra parte.
Si me dan la chance, voto. Por Justify, claro.
Nadie pone en duda la calidad y clase de Accelerate, aunque pienso (y por eso existo) que si bien sumó méritos en la Breeders Cup Classic, en esa carrera se bañó en Jean Marie Farina.



Lo de la campeona potranca Monomoy Girl (apenas vi el anuncio) supuestamente aspirante al Pegasus World Cup, lo tomé como suerte de bronca al estilo, muy criollo. De lo contrario, creo además, habría sido algo parecido al de esas locuras típicas en este mundo (el nuestro) que uno achaca a algo aún más loco, en desuso, u obsoleto y periclitado. La programación.


Ojo. Monomoy Girl es extraordinaria. Ganadora de nueve y dos segundos en once. Es hija de Tapizar lo que hace a Tapit, de una vez, padre de padrillos y futuro gran abuelo.

José Balzán Urdaneta nos suelta lo que no ignorábamos. Que tiene un imbred cinco por cuatro a su preferido de toda la vida, el gran Seattle Slew.


Monomoy Girl | Horsephotos

Les sonó la flauta en lo del Clásico La Chinita. Buena la carrera. Lleno el cupo y será espectáculo taquillero. Pero clásico sin duda excluyente. Se sugiere y perdonen la intromisión, para el futuro, claro. Un Hándicap en lugar de Clásico. A criterio, libre, o cómo prefieran. La supuesta superioridad, ganada en carreras de grado contra los que no hayan hecho mayores méritos por decirlo de alguna manera, es tarea para un buen handicaper. Se le otorga la opción de equilibrar, con peso, kilos aquí, allá o acullá. No es ningún invento. A Cigar jamás lo sacaron de un clásico. Le ponían libras y punto. También como en casos de Kelso, Forego…lo señala la historia.


No estoy seguro si Javier Castellano estuvo alguna vez en esa carrera japonesa, para la cual invitan a jinetes estelares de varias naciones (uno por país, creo) Un honor para el nuestro que estará representando al hipismo de EE.UU. y, de ñapa, a su gente que lo aprecia y liga de a montón.
Esta carrera para jinetes campeones, debe ser un soberbio espectáculo, será en Hong Kong, en el Happy Valley Race Course ¿Cuál montará? No sé.



NOTA: Fotos del blog anterior. La bella chica, Robyn Smith, ganadora en La Rinconada. Conversé con ella en Aqueduct en esos tiempos.La Smith, más tarde, casó con el astro y celebra bailarín, Fred Astaire.  La otra gráfica. El Pibe Pereira Chapellín y Humberto Mora Guevara (Fabiolo) en amena charla con Irineo Leguisamo, de visita en Caracas. El joven reportero (entonces sin lentes y negra cabellera, blanca piel) este humilde. 

HISTORIA DEL HIPISMO NACIONAL 
(Parte  3)


Desde 1938 hasta 1945 viene otra etapa (la segunda, diría) que la encabeza la misma Tapatapa, y siguen Sadi, Placer, El Mago, Kudi, Katiuska, Caldereta, Por Los Palos, Patroclo, Norwell, Alegría, Silk Cloak, Calden, Corasí, Gran Lama, Grano de Oro, Laponero, Cascabel, Trocanter, Hat Trick, Robby, Ladrillazo, Stiletto, Tarzán, Pachacho, Torrente, Mamuska, Incauto, Finalista y, mención especial para Burlesco, el primer gran caballo criollo en la historia, cuidado si el mejor, en definitiva tronco de la cría nacional por lo cual en homenaje a perpetuidad del hipismo, es el único que tiene una estatua colocada en la entrada del hipódromo La Rinconada.
Luego viene lo que se considera la tercera y gran etapa del hipismo de El Paraíso, también considerada la época de oro por la llegada de singulares campeones comenzando por Hypocrite, el fenomenal hijo de Hyperion que incluso corrió en los Estados Unidos.
Esta tercera, va desde 1946 hasta el cierre en 1958 y, más o menos por orden cronológico se incluyen Coraje, Camaleón, El Hornero, Símbel, Impulsivo, Haedo llamado también la bala rubia, Rumbeador, Siete Bravo, Caimán, el primer gran ídolo popular, Sud Oscuro, Naranja, Charm (tuvo un récord de pista que duró años y años) Copete y Rebelión.
Entonces entra Hypocrite y con él vienen las grandes estrellas de ese glorioso pasado. La inolvidable Red Peak, Íntegro, que compitió en idolatría con Caimán. El gran Hylander, para muchos de tanta calidad como su hermano paterno Hypocrite, Atorrante, Stanley y los sonoros Sundin, Viviani, Petare, Senegal. Caballos incomparables.

El Paraíso en su época de oro tuvo sobresalientes profesionales, tanto preparadores como jinetes, en especial los que vinieron desde el sur con la llamada escuela chilena, distinta a la de Argentina donde se prefería correr con freno, en lugar del moderno filete.

En El Paraíso comienza a brillar la estrella de Gustavo Ávila uno de los nombres más famosos del País, más tarde ganador del Kentucky Derby con Cañonero y con Victoreado, este hijo de Viviani en el primer Clásico Internacional del Caribe.

La última carrera de El Paraíso tuvo su desenlace en un emocionante final entre los ejemplares Lido  y Condell. Luego inicio el recogimiento, el borrón histórico de un lugar de muchos acontecimientos no solo hípicos. También sociales, de la vieja Caracas gomecista, post gomecista, revolucionaria y sojuzgada, en los años perejimenistas.
Un viejo periodista y locutor que hasta fue empresario de Carlos Gardel cuando el zorzal criollo vino a la capital venezolana, resumía la campaña nacional por un nuevo hipódromo, que fuera moderno y digno:
“El nuevo hipódromo que Caracas merece y la afición reclama”, sostenía.
(Nos vamos para La Rinconada)
Continuará…

jueves, 8 de noviembre de 2018

QUE HACEMOS EN LA WEB Y ALGO MÁS... 8 DE NOVIEMBRE





Nadie dice nunca la última palabraNo podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta. Raymond Aron.


PARA SU VENTA. Bien inmobiliario, apartamento (Oficina ya instalada o para cualquier otro uso que deseen) con las siguientes características: cuatro (4) cubículos, 59,39 M2. en el centro de Caracas, Edificio SAVERIO RUSSO frente al TEATRO MUNICIPAL (Reducto a Municipal) Teléfono instalado, baño y demás enseres. Más información, por el teléfono   0414-3012368.



La Classic. Seguramente, cuando lean estas notas si tienen la amabilidad amigos lectores (tal decía mi abuela) probablemente estarán cansados de tantas opiniones, la mayoría sabias y si no, supongo emocionadas, respecto a una de las Breeders Cup más emotivas desde que las conocemos con toda la pasión que suelen generar en las gentes como uno, románticos y medio sensibleros. Sobre todo la Classic da para todo porque ganó un gran caballo, del que por algo los votantes o electores para la acreditada NTRA, habían señalado y ahora lo sostienen con mayor potencialidad, que es el mejor de los Estados Unidos, idos ya otros grandes o tal vez por encima de él, a su funciones en la cría, entre ellos Gun Runner y el triple coronado Justify, además del injustamente olvidado Arrogate. Y la emoción dicha que dejó la Classic, para nosotros, ese segundo lugar de Gunnevera el entrenado por don Antonio Sano con los colores del Margot de Salomón del Valle, es uno de los grandes sucesos de este fin de año que esperamos nos deje aún otros gratos recuerdos en el escenario de los Internacionales del Caribe de Gulfstream Park y el Grupo Stronach, tal como lo advierte el editorial (especialmente dedicado) en Gaceta Hípica.


Creíamos (creyón que soy) que el puesto de pista de Accelerate sería determinante y que al contrario el de Catholic Boy del que pocos recuerdan, era muy bueno, lo que agregado a su condición de velocista intermedio y la inspiración que traía Javier José Castellano lo convertiría en un rival de altura. Un tropezón, cualquiera da en la vida. Y si vieron o no el “taparazo” que recibió a los pocos metros de la partida, pienso en la bajada tremenda hacia adentro de McKinzie que andaba como un demonio, ya no importa demasiado. Total que el Catholic, al recibir lo suyo, quedaba eliminado y sin esperanzas accionando entre los últimos, tal vez “grogui” como esos boxeadores que reciben un “nock down) en el primer round y, entonces, no queda otra que tirar la toalla.

Alguna vez y hace tiempo ya, en una de las tantas entrevistas que modestia aparte le hice al amigo Carlos Pérez el recordado “chancho con chaleco” declaraba que a él, le gustaba montar en los grandes clásicos a caballos que no gustaran demasiado o, donde la responsabilidad de perder o ganar no fuera mucha. Escogía entre los últimos o lo que le dejaran. Bastaba ir sobre un ejemplar bien trabajado o de un buen entrenador, casi siempre Millard Ziadie. Corría entre los últimos, reservando fuerzas, sin quemar cartuchos antes de tiempo y al final venía en busca de algo, por lo regular con algún éxito dado que los velocistas, los supuestos grandes de la carrera cerrarían cansados, parándose literalmente. Entonces ganaba con Cambur un Simón Bolívar. O el “banano” como lo llamada don Millard.

No fue el caso de Gunnevera porque los galopes y briseos con los que llegaba a la carrera tras inscripción casi en la hora de cierre, denotaban su chance, como yo creía por experiencias previas, que Gunnevera estaría seguramente en la pizarra, quizá tercero. Que va, segundo a un cuerpo y más allá en ese extra que demuestran los grandes, pasaba y extendía su carrera dejando atónitos a los críticos.
El año anterior, Gunnevera fue tercero precisamente de Gun Runner y West Coast en el Pegasus World Cup, carrera en la cual estará otra vez el 26 de enero, ahora sí, entre los favoritos de la carrera. Aunque usted, no lo crea. Cosa más grande.
Cuando llegue, pues, la inscripción de Gunnevera en el dicho Pegasus, será su actuación número veinte. Piensen por un instante cuántas sumaría en el hipismo local. Jamás en 2.400 metros.  Debutó entrando segundo en su MSW en Gulfstream Park. Ganó en la tercera salida y de allí saltó hacia el Saratoga Special para potros un grado dos en el que impactó gratamente. Luego de un quinto lugar en el Futurity de Keeneland ganó el millón del Delta Downs Jackpot y tras un segundo lugar en el Holy Bull de Irish War Cry conseguía para entonces su mejor carrera, el Fountain Of Youth Stakes de Gulfstream con Javier Castellano. Más tarde un buen tercero de Always Dreaming en el Florida Derby. Tras sus experiencias en el Derby de Kentucky y el Preakness, llegaría lo más conocido en su emblemática campaña. El segundo lugar detrás de West Coast en el Travers. Quinto en empate con Arrogate en la Breeders Cup Classic de Del Mar. El dicho tercero en el Pegasus, su infortunio en la Dubai World Cup, el segundo detrás del japonés Yoshida en el Woodward de Saratoga y la carrera del sábado en su segunda Classic, mucho cuento ¿A quién no le gusta lo bueno? ¿Cómo les quedaría el ojo de ser de alguno de ustedes un caballo de tamaña clase?



La Turf. Por supuesto la sensación fue Enable, hace rato en la historia de los grandes esta campeona de cuyo papel advertimos algo en la anterior edición. En la mitad venía a la caza de los punteros y poco antes del codo final estaba a tiro. En la recta buscó su nueva gloria al lado del irlandés Magical de Ryan Moore, ambos por fuera. Javier Castellano venía ya con Sadlers Joy un cuarenta a uno donde no lo habían llamado. Tras correr último de pronto estaba al lado casi emparejando, amagando, a poco del final. Faltaba el estirón de cierre por parte de Enable y Magical que, en unos cien metros antes de la raya le sacaron unos diez cuerpos a Sadler’s Joy al trasponer la meta. Castellano, impotente, debió hacerse la cruz para mantener el tercero ante tales máquinas voladoras.


José Sequera, desde allá en tierras cercanas a Vancouver o tal vez cerca de esa bella entrada del Mar Pacífico al espacio canadiense, nos hace llegar felicitaciones por “mi exitoso regreso” al pronóstico en las Breeders. Todos los ganadores en la tanda del viernes como que me cuesta creer.
Bulletín, Turf Sprint
Newspaperofrecord, Fillies Turf
Jaywalk, Juvenile Fillies
Line Of Duty, Juvenile Turf
Game Winner, Juvenile
Stormy Liberal, Turf Sprint (3 años)
City of Life (Dirt Mile)
Expert Eye (Mile Turf)
Monomoy Girl (Cup Distaff)
Enable (gran cosota)

Por dar fijas o uno nada más, me faltaron Roy H y Accelerate, da igual.

Dejo hasta aquí lo de las Breeders. Ya está bueno ya, como decía Teodoro, buen hípico, conocedor, me dijo un día en la TP siendo invitado especial de Gilberto Carrasquero, en su corte de recibidores allá en el otro reino donde todo debe ser muy bueno porque, hasta ahora, no sabemos de nadie que se regresa.

Recientemente nos dejó Julio César Fuentes. Buen amigo, conocedor como pocos, de todo cuando caballo bueno del mundo haya sido, con su pedigree y esas cosas.

Igual anda en viaje eterno una de esas personas que nadie olvida por su tránsito sereno y dignificante en los asuntos que a nosotros siempre nos hace mejores, celebrando, brindando o haciendo grata la vida aunque sea muy corta. Hablamos de Lionel Muller Fernández, figura, entre los grandes del hipismo allá en San Juan. Con él compartimos afectuosamente unas cuantas veces con ocasión de los Internacionales del Caribe, desde los días de Manuel Ledezma Ibarra, mucho antes. No sé cómo ni por qué decidió irse, tan temprano, sin dar tiempo ni despedida a los amigos. Paz a su alma y consuelo a la familia y allegados que son unos cuantos. La Asociación Hípica de Propietarios, representante en lo nacional, internacional, fiel exponente de principios, hoy más que nunca cuando necesitados de eso que es llamado hermandad y solidaridad para todos, dio a conocer su pesar por intermedio de un comunicado que debió llegar a diferentes sectores.





Quality Road encabeza la lista del Lane End Farm para 2019 con salto valorado en 150 mil dólares, por ahora. El Lane End también tendrá en su proyección de sementales al debutante West Coast según anuncio. Quality Road aparte de soberano en la pista, ganador de varios grado uno entre ellos el Florida Derby, Woodward, Met Mile de Belmont Park y el rico Donn Handicap de Gulfstream,  derivó pronto en lo que todo gran criador ambiciona, que aparte de campeón en los hipódromos, responda con plenitud en la reproducción, claro. Me gusta demasiado. Padre de la campeona Abel Tasman. De Bellafina, tres triunfos, un segundo y cuarta en la Breeders Cup Juvenile de Jaywalk. De City Of Light ganador de la Breeders Dirt Mile con Javier Castellano. Del excepcional Spring Quality el de EE.UU. que ya superó el millón de dólares y la Spring Quality de mi pana César Paparoni que va invicta para el Ferálico y Haras La Primavera. ¿Qué más quieren? ¿Quieren más? Como suele rezar don Germán Balza Altuve, el presidente de la AHDP. Dios y La Virgen cuiden siempre de esta campeona criolla que apenas está en sus preliminares en el hipódromo local. No se extrañen, más temprano que tarde, si igual formara parte de la promoción de esa maravilla llamada, y repito, Quality Road, por Elusive Quality (Gone West) en Kobla por Strawberry Road, en Winglet, una Alydar que desciende de Bold Bidder uno de los grandes hijos de Bold Ruler el padre de Secretariat.
La madre de la venezolana Spring Quality es Dulce Tone, que es por el clásico Empire Maker, padre y abuelo de numerosos campeones, creo Piooneerof the Nile, Grace Hall, Royal Delta, Acoma, Emolient, Bodemeister, entre los más sonoros. No tiene precio.



Nos llegaba vía tuiter reseñas de las clásicas selectas de noviembre, Keeneland por supuesto, a unas cien millas del escenario de las Breeders. Nos recordó un poco el paseo en auto por las interminables praderas y bellísimos bosques con sembradíos que brillan al sol por el pasto azul, el “blue grass” tan famoso como la buena tierra que la inmortal Pearl S. Buck pudo llamar de la misma manera como ellos dicen, con reverente orgullo, donde el pura sangre es rey.
Había ya precios de asombro mientras los rematadores cubrían el Libro Uno. Viene Lady Eli, vibraba más o menos el tuiter de los grandes periodistas del The Daily Racing Form y el The Blue Horse. Y muchos otros, gentes de talento y conocedores. Lady Eli en turno.
Hacía tiempo que ignorábamos los pasos de la campeona, ganadora invicta del Belmont Oak Invitation y la Breeders Cup Juvenille Fillies, regularmente con Irad Ortiz y el gran Chad Brown. Ganadora de diez y tres segundos lugares hasta su único fracaso en la Fillies and Mare Turf que vi con Abrahan Cesín en Del Mar.
Lady Eli, se exhibía como una reina en efecto, con preñez de War Front, mi preferido en un Kentucky Derby donde no ganó, pero luego cobraría con creces en otras grandes carreras para merecerlo todo este hijo del fenomenal Danzig.  Mr. John Sikura pagó cuatro millones doscientos mil dólares. Y se fue con ella, feliz él que es un mortal, igual que tú y yo, pero sin parecernos ni ser iguales. Solo mortales, como todos los hombres, misma cosa llana y simple dicha por Sócrates para hacerse él precisamente inmortal, qué cosa, tan sencillo.
Y así salía al ring de ventas una hija de una madre archiconocida. Better Than Honour, que tuvo la gracia de dar tres campeones inolvidables para los récords del Belmont Stakes. Rags to Riches, Jazil y Casino Drive. La ignorada Tiffany’s Honour, por Stry Cry en Better Than Honour, para el alimento y fomento de pasiones, aparecía en la engalanada escena con preñez de Medaglia d’ Oro, y Katsumi Yoshida se bajaba con $2.200.000, como si nada. Queridos amigos y lectores. El hipismo es y será siempre el mismo del que hablamos, como muchos otros que nos precedieron en la que debió ser de descansada vida, tal vez de sueños, solo posibles en la mente y los corazones ennoblecidos por la esperanza de una conquista sin guerras ni espadas. ¿Cómo el amor? ¿Le fe en Dios? Probable. Tener un gran caballo o yegua que te llene la mente y el corazón. Y, si esas gracias te las permites por el esfuerzo digno y honrado, el tuyo, de tus padres o abuelos, no dudes ni un instante en hacerte dueño. Los proverbios árabes sirven de muy buen ejemplo, en tales casos.




    Tomado de  Eloy Vielma @_cibernetico





¿QUIENES SON?

 Parte de una buena historia medio olvidada. Algunos recordarán. No todos, en especial esa juventud entusiasta pese las dificultades de los tiempos. En otro momento les diré algo de esas gratas remembranzas. 













BREVE HISTORIA DEL HIPISMO NACIONAL
(Parte 2)

CRESPO Y SU 10 DE MARZO

Imágenes, pues, cómo fue en la Caracas de los techos rojos y de la primavera eterna aquel primero de marzo, cuando Crespo, sintiendo el aliento de un Páez, debía suponer que aquella era la apoteosis del  caballo, que le es algo muy caro como hombre llanero y guerreador por libertades  o, por el poder puro y simple.
 La ciudad con su color y claridad primaveral despertó como nunca tirando su careta provinciana para semejar una metrópoli. Caracas tendrá su primer día de carreras de caballos, un espectáculo sin precedentes que obliga a los mejores atuendos de domingo.
En Santa Inés, o Villa Zoila, Crespo el supremo, es atendido por sus ayudantes que le calzan sus máximas galas militares. Su esposa doña Ana Jacinta, rebosante de joyas, semeja una reina de la corte imperial en el traje parisino. Van agolpándose los landós lujosos frente a la residencia presidencial. Llega el General Manuel Antonio Matos. Ministro de Hacienda y gran señor del Gobierno. El coche, guarnecido de raso y brocados, parece insuficiente para doña María Ibarra de Matos, cuya fulgente pedrería opaca a la de la propia presidenta o primera dama de entonces, Misia Jacinta.
Crespo inicia el desfile hacia Sábana Grande. La escolta es impresionante. El Consejo de Ministros. Los altos jefes militares. El cuerpo diplomático y el alto clero arquidiocesano.
Monseñor Tonti, nuncio del Papa León XIII, y monseñor Críspulo Uzcátegui, Arzobispo de Caracas, reciben preferencia en la escolta. Una banda militar despliega sus notas atronando en el aire, mientras pasa la caravana oficial.
Mr. Allen Thomas ya está entre los primeros en el hipódromo. Él es plenipotenciario embajador de los Estados Unidos. Igualmente en un tiempo figuró en la nomenclatura clásica de la Rinconada y El Paraíso. Se adelanta para el saludo al presidente Crespo. El general solicita del embajador que actúe como Juez de Partidas. Todo un honor.
Aquella tarde hubo cuatro carreras. La primera en distancia de mil metros fue el Premio Cleveland, en homenaje al presidente Grover Cleveland, quien cumplía su segundo periodo en la Casa Blanca. La bolsa para el ganador fue una fortuna, 1.200 bolívares y 120 bolívares para el segundo lugar. Ganó el caballo Contest conducido por un jinete llamado A. Washburn con 57 kilos. Segundo fue Calixta y tercero South Side, que sangró en carrera.
En la siguiente de 700 metros ganó Vencedor y segunda fue Borinquén. En la tercera se impuso Quiebra Cacho con Gladiador en el segundo lugar. En la cuarta, Calixta. Que fue segunda en la primera carrera. Se desquitó ganándole a The Coon en mayor distancia, 1.200 metros, para concluir la primera jornada hípica venezolana.
Esa temporada de 1896 duró hasta julio y las actividades se reanudaron en 1987 cuando comienza la temprana muerte. Así lo refiere el arquitecto y poeta Rafael Seijas Cook, igualmente uno de los fundadores:
“Ignacio Andrade, sucesor de Crespo, debuta con la epidemia varicosa, diezmando a Valencia y metiendo en cintura la tranquilidad caraqueña, clausurando espectáculos, templos y escuelas. Su racha de mala pata tiene su golpe de gracia el 16 de abril de 1898, cuando la Mata Carmelera mata al gendarme necesario de su gobierno…El hipódromo, al fin, retorna a su cuna primitiva: barbechos, gamelotales y veranos agotadores. Su tribuna esquelética sirve de andamio a trepadores y reptiles”




Y LLEGAMOS A EL PARAÍSO…




El 9 de febrero de 1908 comienza la historia del hipódromo de El Paraíso, allí donde hoy está el Parque de las Naciones Unidas. Una cancha deportiva y por la parte sur, el Liceo Aplicación frente al Pedagógico de Caracas.
La iniciativa fue de los hípicos de Sábana Grande y los que se sumaban. Construir el hipódromo en la aristocrática zona, contó con el apoyo de don Gustavo J. Sanabria. Gobernador Civil y Militar de Caracas.
Hubo cinco carreras que, según quienes alcanzaron a verlas y dejaron las referencias, fueron como una estampida cualquiera sin orden ni concierto. No obstante ese esfuerzo debe tomarse como el punto de partida ya definitivo de lo que sería el futuro hipismo nacional tan difundido de esos días y, hasta hoy. Con incontable número de aficionados en todo el país.
El Paraíso tuvo una primera etapa que se fue hasta 1928 cuando comenzó el hostigamiento estudiantil (Generación del 28) contra el gobierno Gomecista. Las temporadas eran cortas y con interrupciones. La más larga paralización duró desde el dicho 1928 hasta 1932 y, desde allí en adelante, comenzó el paulatino progreso hípico. La importación y cría de caballos. Formación de profesionales, jinetes y preparadores y, el crecimiento de la afición que ya no era tan aristocrática sino más bien popular.
Sobre la idolatría de algunos caballos que son los reyes del espectáculo, y con la formación de ídolos profesionales, como Pedro Emilio Yumar, Perfecto Antonio Chapellín y Rómulo Francisco Méndez (los antecesores de Juan Vicente Tovar, Gustavo Ávila y Ángel Francisco Parra) se van fomentando las carreras en El Paraíso.
Tres etapas signan el avance hípico. Desde 1932 hasta 1937, cuando los estelares del espectáculo eran Santa Rita, Calígula, Petirrojo, Travieso, Anauco, Carache, Marisela, Lanza Libre, Ciclón IV, Musolini, Kudi, Copper Venus, El Guárico, Tetramella, Junín, El Bachiller y los inolvidables Tapatapa y Shirley Temple.

(CONTINUARÁ)









miércoles, 31 de octubre de 2018

QUE HACEMOS AQUÍ EN LA WEB Y ALGO MÁS...31 de Octubre




Nadie dice nunca la última palabra. No podemos juzgar a nuestros adversarios como si nuestra propia causa estuviera identificada con la verdad absoluta. Raymond Aron.







Tap Daddy, en los registros del Clásico Simón Bolívar en un tiempo considerada una de las carreras de más importancia, y mayor premio, en Suramérica, como ya se conoce, es por Scat Daddy (Johannesburg por Hennessy, nieto materno del gran Believe It) en Easy Tapit, desde luego por Tapit y nieto de Vicar, buen caballo.

En su estreno en Saratoga el pasado año entrenado por Steve Assmusen no ganó, pero algo le vieron dado que en su siguiente corrió y figuró entre los primeros en una selectiva en Keeneland. En la tercera, la vencida. Primer triunfo en Allowance en Churchill Downs. El 19 de mayo ganó la milla del James W. Murphy en Pimlico y, finalmente, entró quinto en el American Derby, únicas credenciales pisteras revisadas por este humilde. Desde luego, jamás había recorrido más de 1.800 metros hasta su llegada a La Rinconada. Ignoro qué harán con él ¿Esperarán por el Presidencial del 19 de abril? Irá de una vez a la cría. ? Se habló de correr el latinoamericano de Jockey Clubes en Chile pero allá el uso de lásix está prohibido, por lo tanto se estudia la posibilidad de correr la Barbados Gold Cup en la isla caribeña. Es un tres años apenas, con mucho por dar en las pistas. En los EE.UU. dado que aquí, los premios, ni hablar de eso para no entrar en chocantes detalles. Además, a mí, la pugna me repugna.








Tal lo advertido en la nota a manera de editorial gacetero, esta será gran semana noticiosa con la llegada de uno de los eventos hípicos de mayor trascendencia universal, las Breeder’s Cup que además son suerte de olimpiada, campeonato mundial de los purasangres en sus diversos renglones, categorías, edades. Una de sus grandes maravillas, nada menos que la ganadora del Prix de L’ Arc de Triomphe en sus versiones 2017 y 2018 disputará por supuesto sin complejo alguno la Turf Classic de milla y media por cuatro millones de dólares, que será lo de menos. Importa más, mucho más, lo que hace rato llamo gloria incomparable porque no se trata de una carrera cualquiera. Enable, que así se llama, es producto de un cruce incestuoso quizá bastante atrevido que en un comienzo, tras las revisiones de rigor, pensé se trataba de un error.


Enable es hija de Nataniel, un Galileo a su vez por el archiconocido Sadler’s Well, en cruce vía Concentric, también por Sadler’s Well, o sea el abuelo materno.

La campeona suma apenas diez salidas para nueve triunfos y un tercer lugar que obtuvo cuando corría por segunda vez. Ella es de gran fondo, por supuesto. Pertenece a una de las mejores divisas del mundo, el Juddmonte Farm, colores que pasearon grandes de la cría y las pistas, el último de ellos Arrogate, un hijo de Unbridled’s Song y nieto de Distorted Humor de hermoso pelaje gris que nunca fue el mismo desde aquel enorme esfuerzo realizado en la Dubai World Cup, cosas que pasan.

Pues bien, Enable sirve de una gran promoción para estas Breeders 2018 en el escenario que tengo la costumbre de llamar el Templo de los Purasangres, no otro que Churchill Downs.

Es, además, la gran fija del próximo sábado, tal vez junto con Imperial Hint en la Breeders Sprint.

Las Breeders por otra parte (esto lo advertían aquellos grandes amigos hoy en sueño eterno, el doctor Reinaldo Leandro Mora, don Luis Navas y, otro handicaper de los mejores, poeta además, Gilberto Carrasquero Hernández. Las Breeders, son las carreras de mayores imponderables, decían, donde cualquier veinte a uno tiene tanto o igual opción teórica que un dos por uno, por ahí) Aunque nadie escarmienta en cabeza ajena.




La atención igualmente estará centrada en la Classic con sus seis millones de dólares en la cual tendremos participación criolla, sin cuento alguno. Antonio Sano con su Gunnevera el gran caballo del Stud Margot de don Salomón del Valle. Y Javier José Castellano estará sobre Catholic Boy un campeón que ya le dio varias satisfacciones. Jugará además, entre los grandes favoritos lo que, claro, no lo hace imperdible, pero sobre él, el talento del mejor jinete de los EE.UU. con sus cuatro Eclipse Awards y varios títulos, entre ellos el más apreciado, los honores del Salón de La Fama y Templo de los Inmortales, que comparte con el caraqueño Ramón Domínguez, quien pese a todo sigue en la brega, contando entre las mejores personalidades de ese hipismo de Grandes Ligas.



Desde esta semana, en mi blog, modestia aparte, trataré de publicar Dios mediante, un primer capítulo de un reportaje histórico no sé si publicado o no hace varios años, no diré cuántos por aquello de cédula rodada. Los primeros y complicados días del hipismo nacional que nació en Sabana Grande y luego se proyectaba hacia el inolvidable El Paraíso. Tal vez serviría para comprender un poco por qué grandes hombres como aquel señor llamado Albert Smith, igual que otros que ya verán, posteriormente fueron llamados fundadores, pioneros de este hipismo que en efecto fue muy grande. Por eso su nombre en el historial clásico. Una manera probablemente para que la gente nueva y buena del hipismo actual, aprecien algo de las raíces que hacen posible el esfuerzo de hoy, que mantiene a ciertos robles, indoblegables. También fui hípico joven, claro, incluso tal vez con la terquedad y los errores comunes en los tiempos de una vida más simple, pero con la herencia de padres y abuelos que solo concebían que la existencia debía ser honrosa cuando menos, sino virtuosa con sabor a castidad. Entonces fue cuando comprendía aquel poema de Miguel Otero Silva. “Palo con la baba, y la baba ahí” Inconmovible, dura de quebrar.



Aparte de la carrera de Tap Daddy, Simón Bolívar es el Simón Bolívar disputado en su fecha, otra muy buena, el Clásico Tapatapa, ganado por Lelamuti que, como quien no quiere la cosa, ya es yegua joven ganadora de seis, por tanto un valor para el futuro en la cría, por ser una Keep Thinking del Paumar.

La clase siempre sale. Tarde o temprano, pero sale. Ya verán.



Pasadas las Breeders nos enfocaremos quiera Dios y La Virgen en los Internacionales del Caribe. El coco Mexicano (llamado “come niños crudos” por el irreverente amigo Rodríguez Vera) Kukulkan, igual que Apistos y muchos otros afeitados del caribe, hará cuarentena por estar positivo a la piroplasmosis. No pude confirmarlo pero la información, de fuente confiable, como se decía en los anales del periodismo. Podemos ganar. Sí se puede. Además, quien no espera vencer, ya está vencido, vieja frase guerrera de mi Benito Juárez…




Trophy Chaser (en llamado a inscripción de la Juvenile lo dieron como retirado, pues cabía en la carrera) tiene mejor rating (Beyer) que Improbable para la cuarta del viernes, el The Street Sense de cien mil dólares en una milla. Los ejercicios de Improbable (City Zip en Rare Event por A.P. Indy) tan buenos como los de Trophy Chaser. Improbable es del mismo Stud del invicto y triple coronado Justify, y lo entrena Bob Baffert. La carrera la disfrutaremos, todas las Breeders, en la Asociación Hípica de Propietarios, en uno de los tantos salones Vip creados por el Grupo El Yankee. Paladeando un dignity scottish. Como debe ser.



 Publicidad. Para su venta, bien inmobiliario, apartamento (Oficina ya instalada o para cualquier otro uso que deseen) con las siguientes características: cuatro (4) cubículos, 59,39 M2. en el centro de Caracas,Edificio SAVERIO RUSSO frente al TEATRO MUNICIPAL (Reducto a Municipal) Teléfono instalado, baño y demás enseres. Más información, por el teléfono   0414-3012368.



SELECCIÓN TENTATIVA BREEDERS

(Si gustan y, cuidado con posibles rabadillazos)


VIERNES

5ª) JUVENILE TURF SPRINT

      8-Sergei Prokofiev

      2-Soldier’ s Call

      5-Bulletin

6ª) JUVENILE FILLIES TURF

      6-Newspaperofrecord

      4-Just Wonderfull

       1-Concrete Rose

7ª) JUVENILE FILLIES

       10-Bellafina

        7-Jaywalk

8ª) JUVENILE TURF

      14-Anthony Van Dike

       5-Line of Duty

       12-Current

9ª) BREEDERS CUP JUVENILE

       9-Game Winner

      11-Code Of Honor

       6-Complexity

SABADO

3ª) FILLY AND MARE SPRINT

    13-Marley’ s Freedom

     1-Selcourt

     6-Chalon

4ª) TURF SPRINT

      9-Stormy Liberal

      5-Disco Partner

      7-Lost Treasure



5ª) BREEDER DIRT MILE

      1-City Of Light

     10-Catalina Cruisier

6ª) FILLY AND MAR TURF

      14-Eziyra

      10-Magic Wand

      3-Wild Illusion

7ª) BREEDERS CUP SPRINT

       5-Imperial Hint

8ª) BREEDERS CUP MILE

       7-Expert Eye

      14-Mustashry

       8-I Can Fly

9ª) BREEDERS CUP DISTAFF

       11-Monomoy Girl

        2- Abel Tasman

        7- Midnight Bisou

10ª) BREEDERS CUP TURF

          2-Enable



11ª) BREEDERS CUP CLASSIC

        3- Catholic Boy





MI BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL HIPISMO NACIONAL


(PRIMERA PARTE)


VISIÓN EMOCIONADA DESDE SABANA GRANDE

Los antecedentes del hipismo nacional según nos contaron devienen desde unos campos de carreras que hubo en Sarría, donde nació el inolvidable Chico Alfonso Carrasquel. (En sus momentos de inmensa gloria, considerado el mejor “short stop” del mundo)

Imaginamos que las partidas serían como aquellas que supuestamente organizaban sectores de los montoneros en las interminables guerras locales, como forma de entrenamiento. Seguramente había competencia y apuestas personales, pero no hipismo, cuyo punto de origen debe ser el primero de marzo de 1896 en Sabana Grande.

Pasaron pues los cien años, siglo uno del hipismo criollo, nada comparable con los que suman las carreras en Europa, especialmente Gran Bretaña y Francia. El Derby Stakes (o de Epsom) se efectuó por vez primera el 4 de mayo de 1780 y, desde entonces, tiene lugar cada primer miércoles de mayo. En esa tarde la Reina y su séquito dejan de lado los compromisos más formales para no perderse el Derby por nada del mundo. Para ellos más que una carrera de caballos, es un Acto de Estado.  La corte, como se ha visto innúmero de veces, lo disfruta en plenitud, de paso.

La construcción de ese primer hipódromo caraqueño con su pequeña pista semejante a una manga de coleo de toros, y la instalación de una Tribuna que se importó desde Inglaterra, fue obra auspiciada por el General Joaquín Crespo, para entonces Presidente de la República. Razón por la cual el cierre de la triple corona para potrancas lleva el nombre de Crespo, honra y honor que se le confiere desde el decenio de los setenta por simple reconocimiento histórico.


HIPÓDROMO A GOLPE
DE HACHA Y MACHETE


Las juventudes deben extrañarse y preguntarse cómo pudo existir un hipódromo en Sabana Grande, y en cuál sitio de ese sector de la Caracas moderna.

Lo que había allí era un enorme bosque llamado de Las Delicias donde se entraba a golpe de hacha y machete. El ingeniero Albert Smith, cuyo nombre de pionero lo lleva uno de los clásicos para caballos de dos años, se pone al frente del regimiento de peones encargados de limpiar los montes, derribar árboles y conducir los arados de bueyes para nivelar la sabana. Albert Smith, Federico Alcalá, Francisco J. Sucre y Juan Delfino, entre otros son los ambiciosos urbanizadores y ejecutores enamorados de su proyecto. Hacer lo que creían era un hipódromo.

Entre ellos estaba nuestro pintor Arturo Michelena quien imaginaba y dibujaba el hipódromo en un paisaje por venir. De él se conocen pinturas de caballos y escenas hípicas de la época, algunas de ellas ahora exhibidas en el Museo de la Rinconada. La historia hípica lleva ya tres (3) inauguraciones que de alguna forma signaron al país con sus tiempos y sus lugares, sus dictaduras y su democracia.  Sus momentos cuando el real o la plata, era plata, y ahora cuando parece no somos nada entre los millones de la inflación.

La inauguración de lo que fue el primer hipódromo del país fue todo un acontecimiento social y un solemne acto de Estado, que además derivó en el reto mayor que confrontó la vanidad femenina de aquellos tiempos.

Unos diez meses llevó la construcción de ese hipódromo en el lugar ideal, un bosque con lo más hermoso del paisaje, agua limpia y abundante muy cerca, en la Quebrada de Chacaíto.

Llega la Tribuna que se había comprado a Inglaterra. El 27 de febrero de 1896 aparece en el diario El Liberal, como decir El Nacional de la época, un emocionante aviso que advierte:

“El Hipódromo tiene dos entradas. Una destinada para las personas que fueren en ferrocarril, el cual llega a las puertas del Campo de Carreras. La otra, destinada para personas que viajen en coche, a caballo o a pie, está situada en el Camino Real frente a la Hacienda Bello Monte”.

Unos días más tarde se pública otro aviso fijando los precios de las entradas, muy caras para el momento, con lo cual el espectáculo parecía reservado para la aristocracia y los altos personeros del gobierno.

Señoras a Tribuna, cuatro bolívares. Caballeros, 8 bolívares. Niños, 2 bolívares. Caballeros y niños a campo, un bolívar. Coches a Campo, 2 bolívares y caballos a Campo, un bolívar.

El penúltimo aviso que fue como una recomendación de última hora para la aristocracia caraqueña, que se ignora por qué deseaba ser reflejo del llameante París, fastuoso y pagano, refería: 

“Este espectáculo es enteramente nuevo entre nosotros, pues los jóvenes que componen el Jockey Club de Venezuela, se han empeñado en que este sport revista todo el interés que tiene en Europa.

(Continuará)